La creación de la Nación Argentina costó sangre, sudor y lágrimas. El proceso fue extenso, y quedó atravesado por numerosas contiendas militares y luchas de poder con el por aquel entonces imperio español instalado en el territorio.
Tras los sucesos de Mayo de 1810, la reunión a un Congreso General ya se había planteado.
Luego de la creación del Directorio en el año 1814, el Poder Ejecutivo fue concentrado en una sola persona. La Asamblea del Año XIII fue disuelta. Redactaron un Estatuto Provincial con el fin de limitar las atribuciones del ejecutivo. Este estatuto establecía la elección de los diputados de Buenos Aires y del interior para reunir un Congreso General en la ciudad de Tucumán. Todos los diputados electos recibieron instrucciones para dictar una constitución en la que figurasen separados los tres poderes. La mira estaba puesta en asegurar al pueblo el ejercicio de la soberanía aunque las instrucciones nada decían sobre la forma de gobierno.
Las únicas provincias que no respondieron a esta solicitud de elegir diputados fueron aquellas sujetas a la influencia de Artigas. Este, difería en varias cuestiones, es decir, la Banda Oriental, el Litoral (Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe), tampoco el Paraguay.
El peligro de la libertad en América estaba latente. En nuestro territorio el Norte fue perdido por la derrota de la Batalla de Sipe – Sipe (1815) y, a su vez, los ejércitos lusitanos (Portugal) invadieron la Banda Oriental. En el ámbito interno, el mayor problema lo representó la falta de unidad.
A principios de 1816, los diferentes representantes de los pueblos fueron congregados en la ciudad de San Miguel de Tucumán. En su mayoría, estos electores pertenecían al sector del clero, eran hombres de leyes. En minoría, algunos eran hacendados y comerciantes. Fueron Antonio Sánchez, Pedro Ignacio Castro Barros, Fray Cayetano Rodríguez, Juan José Paso, Pedro Medrano, Tomas Godoy Cruz, Juan Martin de Pueyrredón, Eduardo Pérez Bulnes, José Ignacio Gorriti, Tomás Manuel Anchorena, entre otros. Estas personas fueron en total treinta y tres hombres de bien, los más dignos y respetables de cada provincia.
Por nuestra San Juan de la Frontera eligieron a Fray Justo Santa María de Oro y Francisco Narciso Laprida. En aquellos momentos se encontraba bajo el mando del Teniente Gobernador, José Ignacio de la Roza. Recibida las instrucciones correspondientes desde la ciudad de Mendoza, de la Roza procedió a la elección encargada.
Son varios los documentos históricos en custodia del Archivo General, que dan fe de este proceso. Uno de ellos así lo atestigua, en el cual se hace hincapié en la necesidad expresada por parte del Director Supremo de elegir los diputados. Detalla la forma de elección de los mismos, eligiendo el método más sencillo para la votación. Debían ser ciudadanos capaces de escribir, con la presencia de un Alcalde de un Cuartel, se otorgaría un viático y pensión alimenticia para los diputados resultantes; entre otros detalles del honorable acto, que contó con la presencia de un escribano público de Hacienda. Dichos actos se trasmitieron al Gobernador Intendente José de San Martin, (12 de junio de 1815).
Siguiendo la correspondencia, otro documento llegó días después; el 15 de Junio, en que San Martín se da por notificado de la elección al Congreso Nacional de Fray Justo Santa María de Oro en nuestra ciudad, por ejemplo.
El 11 de diciembre de 1815 llegaron por fin a Tucumán, Fray Justo Santa María de Oro, y Godoy Cruz; representante por Mendoza. Francisco N. de Laprida junto a Juan Agustín Maza arribaron una semana después. Ese viaje lo realizaron en carruaje y varias veces a lomo de mula guiados por un arriero.
Con el trascurso de los días José Ignacio de la Roza fue informado qué el Congreso de Tucumán dio su apertura y había comenzado las primeras sesiones; transcurría el mes de marzo, y se solemnizó majestuosa obra a través de una Misa de Gracias.
Una vez en Tucumán, el lugar de encuentro fue en la casa de Doña Francisca Bazán de Laguna. El doctor Pedrano fue elegido presidente. Este Congreso General presentó atribuciones como: constituyente, porque redactó el Reglamento de 1817 y la Constitución de 1819. Atribuciones ejecutivas porque dio instrucciones y normas de Gobierno al Director Supremo. Funciones legislativas, ya que se dictaron diversas leyes. Y por último judiciales, por cuparse de rever sentencias. Entre los temas a tratar, eran varias urgencias como la Declaración de la Independencia, la Unión del país, dictarse una Constitución y adoptar una forma de gobierno.
De esta manera, y acto seguido, eligieron mediante votación a un titular para el Directorio. Resultó electo Juan Martin de Pueyrredón. Ante los anhelos manifestados por San Martin y Belgrano a través de sus gestiones, los congresales declararon oficialmente la independencia de las Provincias Unidas del Rio de La Plata desvinculada del sometimiento español.
Ese hecho histórico sucedió en la sesión del 9 de julio de 1816, en la que el presidente de turno fue nuestro Narciso Laprida. A partir de ese momento pasamos a formar una Nación libre, por decisión unánime de los presentes. El día 21 todos los presentes juraron solemnemente la Independencia. También quedó adoptada oficialmente nuestra bandera celeste y blanca.
En esta ocasión a través de la gentileza del Archivo Histórico de la Provincia de Tucumán, en nombre del director Lic. José Sánchez Toranzo, contamos en nuestro archivo con una copia del Acta de la Independencia. Este documento trascendental es acompañada por una transcripción en la que pueden leerse las intenciones de los congresales para obtener definitivamente nuestra libertad y la independencia de los reyes españoles.
En el punto de escoger la forma de gobierno, surgieron diferencias. Era necesario consultar a los pueblos para decidir la forma de gobierno más oportuna, pero los congresales no tuvieron en cuenta esta necesidad. Manuel Belgrano propuso una forma de gobierno monárquica representada por la dinastía incaica. En el caso del Fray Oro propuso que antes que todo, “era preciso consultar previamente a los pueblos”. Si la decisión era la forma monárquica sin tener en cuenta su pedido se retiraría del Congreso. Otra moción fue una federación de provincias. Debate tras debate no se llegaba a ningún acuerdo. No se llegó a nada definitivo pero la propuesta incaica fue desechada.
Existieron peligros eminentes. Entonces, decidieron trasladarse a Buenos Aires. Sin embargo, este Congreso sesionó en Tucumán hasta el 4 de febrero de 1817 y luego reanudaron las sesiones en Buenos Aires en el 12 de mayo.
Posteriormente, a través de una Circular oficial fue dado a conocer que se eligió como “Patrona la Independencia Nacional de Estado a la gloriosa virgen de Americana Santa Rosa de Lima”, firmada un 21 de octubre de 1816. Desde la ciudad de Mendoza, firmado por Toribio Luzuriaga para nuestro Teniente Gobernador de la Roza.
Los diputados electos por San Juan, fueron protagonistas de un acontecimiento histórico trascendente que cambió para siempre el devenir de la reciente nación argentina. Hombres ilustres destacados, respetados, cultos y dignos de bien. Sus acciones en este Congreso como en nuestra provincia fueron destacadas.
La unidad hace la fuerza para los ciudadanos de un pueblo ¡Feliz dia de nuestra Independencia!
Fuentes
- Libro 48, Folios 451 – 452. Fondo Histórico. Departamento Archivo Histórico. Archivo General de la Provincia.
- Libro 52, Folio 21. Fondo Histórico. Departamento Archivo Histórico. Archivo General de la Provincia.
- Libro 53, Folio 148. Fondo Histórico. Departamento Archivo Histórico. Archivo General de la Provincia.
- Libro 49, Folios 294 y vta. Fondo Histórico. Departamento Archivo Histórico. Archivo General de la Provincia.
- Copia del Acta de la Independencia, junto a su trascripción correspondiente. Archivo Histórico Provincial.
