Promover la construcción y reconstrucción de herramientas que le permitan a aquellas personas en situación de vulnerabilidad a causa del consumo problemático de sustancias, es uno de los objetivos prioritarios de inclusión del Ejecutivo provincial. Poder acompañar en el desarrollo de proyectos ocupacionales en espacios colectivos que potencien la creatividad y el estímulo de nuevos intereses que apunten a crear la base para acceder a un empleo.
En San Juan, es el Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social, a través de la Dirección de Abordaje Integral de las Adicciones, quien se encarga de brindar este espacio de contención e impulso personal para alcanzar una correcta rehabilitación y posterior reinserción social de quienes padecen esta problemática.
En ese sentido, comenzaron los talleres de capacitación en elaboración de alimentos para los y las integrantes de las comunidades terapéuticas Proyecto Juan y María del Carmen, sumados a quienes asisten de manera ambulatoria al Centro San Benito.
En total, son más de 25 las personas quienes ya se encuentran capacitándose en panificación y elaboración de conservas. Estos talleres, les permitirán obtener nuevos conocimientos en oficios para aplicar en búsqueda de nuevos proyectos de vida saludables.
Es importante destacar que no serán los únicos talleres que se dictarán a lo largo del año, y que, en todos los casos, cada participante obtendrá su correspondiente certificado. Al mismo tiempo y teniendo en cuenta la actual situación sanitaria, todas las actividades se realizan bajo un estricto protocolo sanitario, trabajando en burbujas y con el correcto distanciamiento social y uso de cubrebocas.
Al respecto, la directora de la Dirección de Abordaje Integral de las Adicciones, Natalia Vives expresó que “el objetivo es claro, lograr que todos puedan alcanzar un proyecto de vida diferente. Existe una gran motivación de cada uno de los chicos y chicas para salir adelante y nosotros continuamos acompañando este crecimiento personal. Estas actividades, además de proporcionar capacitación en un determinando oficio, contribuyen a evitar la frustración, mejorar la participación social, desarrollar nuevas destrezas y hacer frente a la demanda de su ambiente laboral, personal y de su entorno comunitario. Es decir, participar de la vida en su más pleno sentido”.
Para atender, cuidar y acompañar a las personas cuyos consumos se volvieron problemáticos, es necesario llevar a cabo acciones desde el Estado, articulando políticas públicas que refuercen la atención integral apostando a la igualdad de oportunidades junto con la restitución de sus derechos.
La educación y la formación en oficios adquiere una importancia significativa en la búsqueda de la reinserción social de quienes padecen esta problemática. Por este motivo, es fundamental, como Estado, acompañar a cada persona a través de propuestas de inserción ocupacional en el ámbito del trabajo.
