Si bien San Juan es reconocida –entre otros atributos- como la Capital Nacional del Ciclismo, en esta ocasión debemos citar un hecho histórico que tiene como protagonista a la vecina provincia de Mendoza. Es que hace exactamente 39 años, el ciclista Remigio Saavedra pedaleó desde su terruño natal hasta Buenos Aires y a la edad de 70 años.
Sí, ocurrió así. El sábado 5 de diciembre de 1981, y después de 1100 kilómetros en 18 horas y 45 minutos arriba de la bicicleta, Saavedra (cuyo primer nombre era Martín, pero era reconocido con el segundo) partió desde Mendoza y arribó al velódromo de Palermo. Salió desde San Martín y Amigorena –ubicación de la estación de servicio del Automóvil Club Argentino de Mendoza- a las 2:10 de la madrugada y llegó a las 21:55 horas. Esta fue la segunda vez que cumplía con semejante desafío, ya que anteriormente lo había concretado en 1943 (32 años). Remigio “usó una bicicleta Pinarello y el mismo plato de 1943, esto le dio un desarrollo de doce metros por pedaleada” (extracto del libro Pedaleando).
Los escritos periodísticos de la época rezan que la siguiente frase fue la primera declaración que el mendocino dijo, una vez llegado a destino: “Les pido perdón por haber llegado un poco tarde…”. Aquellas líneas añejas también cuentan que el público lo recibió con una ovación interminable.
Tan impresionante resultó ser esta proeza que, a los pocos días del hecho, un equipo de médicos profesionales realizó un estudio. Y una de las conclusiones fue que “este deportista de 70 años hace plantearle a las ciencias: ¿es un accidente biológico o el resultado de una vida ordenada y plena de actividad física?”. Único.
Pero… ¿Quién fue Remigio Saavedra? Una brevísima síntesis respondería que fue un hombre de Mendoza, de familia muy humilde, ciclista de oficio, y reconocido en el país por una serie de logros deportivos. Su primer día en este mundo ocurrió el 1 de octubre de 1911. Godoy Cruz fue primera cuna. Se crio en un hogar pobre, junto a sus padres y diez hermanos. De pequeño tuvo que salir a trabajar, para colaborar trayendo al pan a su casa. Hizo de lustrabotas, canillita y hasta de vendedor ambulante. El ciclismo llegó a su vida a temprana edad. De hecho, a los 14 años ya corría en bicicleta y ganó su primera carrera (en Godoy Cruz). Al poco tiempo, Remigio se fue a vivir a Buenos Aires. Uno de sus hermanos, Cosme, también ciclista, lo acompañó.
A lo largo de su etapa como ciclista ‘profesional’ (y entre comillas, ya que en aquellos tiempos las recompensas económicas eran muy diferentes a las actuales), Saavedra se distinguió en varias carreras. Por ejemplo, ganó la Doble San Isidro (1928), sexto en el Campeonato del Mundo de ruta en Hungría (1928), segundo en la Doble Mercedes (1930), segundo en el Campeonato Argentino de ruta (1931), ganador de la Doble Chivilcoy (1934), entre otras. Otra de sus particulares participaciones pasó en 1938. El mendocino participó en seis carreras de los Seis Días, en Estados Unidos y dos en Canadá. Las estadísticas ciclísticas de aquellas décadas indican que Saavedra ganó más de 300 carreras. Se calcula que 200 fueron de pista y 100 en ruta.
Radicado en Buenos Aires, su vida se apagó el 5 de julio de 1998. Tenía 86 años. Sus restos fueron velados en Forest 906, en el barrio de Chacarita, y fueron sepultados en un cementerio privado de Pilar.
Fotografías: El Gráfico e Internet.
