“El deporte ganó una batalla cultural” es una de las frases que el gobernador Sergio Uñac desarrolló en su discurso de inauguración de las obras del Concepción Patín Club y que marcan el acierto en una gestión de gobierno basada en el deporte y la educación como política de estado y que al momento de asumir a fines del 2015 y principios del 2016, en nuestra sociedad, o en parte de ella, parecía un despropósito, un gasto innecesario, cuando las prioridades pasaban por otros sectores.
Con el paso del tiempo, y sin descuidar ningun sector, la política deportiva de la gestión Uñac fue avanzando a pasos agigantados, llegando hoy a cosechar los enormes frutos que vislumbró la presente gestión y que redundaron en nuestra provincia en una serie de beneficios que hoy pueden plasmarse en números, como el estudio del INDEC que determina que San Juan es la provincia donde se realiza la mayor cantidad de práctica deportiva por habitante, o los números que deja el turismo deportivo, recientemente publicado por ejemplo por el World Superbike, donde este año las reservas hoteleras llegan a un 97 %, o la necesaria infraestructura deportiva que tiene a la provincia como candidata a organizar un juego ODESUR, son claros ejemplos de los beneficios de una política deportiva que necesitaba tiempo para plasmar estos resultados.
En la reciente inauguración del playón deportivo en el CPC, el gobernador Uñac recordó: “El deporte era una herramienta del cambio social y debíamos trabajar en ese sentido El Gobierno no se podía desentender de algo que en definitiva era igual de obligatorio como la salud, la seguridad y la educación y que el estado debía contar con alianzas estratégicas como lo son los presidentes de las federaciones, o de las ligas y también de los clubes” en referencia al inicio de la política deportiva implementada desde el 2016.
Y continuó diciendo: “Hubo una decisión que si costó, porque cuando decido hacer un techado o una pista de hockey o construir una cancha, o hacer un autódromo o un velódromo, daba una batalla cultural, porque habían muchos sanjuaninos que me decían que yo no estaba transitando el camino correcto, y yo tenía tanta tranquilidad de conciencia, que entre nosotros, los que pensamos el deporte como lo pensamos, estábamos transitando el camino correcto, el problema era poder aguantar la parada, como se dice en el deporte, aguantando algunas críticas constructivas algunas y otras dañinas, como es normal y natural, pero yo sabía que estábamos transitando el camino correcto. Había que tener la tranquilidad de conciencia y el claro pensamiento de que debía que transcurrir un poco de tiempo para que entendiéramos que ese era el camino”.
Finalmente, siguió argumentando los beneficios de la política deportiva: “Lo que hemos ganado acá en San Juan es una batalla cultural, no solo ya no se cuestionan las inversiones, sino que además todos los sanjuaninos, aunque sea de manera recreativa, amateur o del alto rendimiento para quienes tienen las cualidades, sabemos que practicar el deporte es el camino, Casi 8 de 10 lo practican, y lo hacemos juntos a los niños, que lo hacen de otra manera, pero todos estamos sintiendo que la práctica del deporte nos enseña a vivir mejor, y además de manera colateral, nos permite potenciar una actividad económica que es importante para todos, como lo es el turismo” finalizó diciendo el primer mandatario provincial.
Esta política deportiva, ha servido de ejemplo para varias provincias argentinas, como asi también a nivel internacional, ya que en medios especializados se destaca la permanente inversión en el deporte, en su desarrollo en todas las etapas, en su proyección como deporte social, en el crecimiento del deporte adaptado e inclusivo, en su infraestructura deportiva acorde para la práctica a pesar de condiciones climáticas adversas. En fin, muchas aristas que el deporte sanjuanino ganó y que hasta hacen unos años era una utopía hablar de este tipo de política. Hoy, después de varios años, ya comienzan a cosecharse los frutos y la visión social es otra. El deporte ganó la batalla cultural.
