El objetivo del proyecto es contribuir al desarrollo sustentable del sector frutícola, integrando la actividad ovina a los sistemas productivos del valle del Tulum. La investigación obtuvo un financiamiento de $ 300.000 por parte de la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECITI) en el marco del Convenio de Cooperación para la Investigación de Proyectos Agropecuarios impulsado por la Dirección de Competitividad y Vinculación Tecnológica.
En San Juan el clima es árido y el déficit hídrico acentuado, la actividad agropecuaria se concentra fundamentalmente en los oasis irrigados, a partir del embalse y canalización del agua de los ríos que lo atraviesan en dirección oeste-este.
En este contexto se desarrollan actividades vitícolas, olivícola y recientemente ovina con un interés creciente de integración agro-ganadera, tendientes a reducir costo, incrementar ingresos prediales y cuidar el medioambiente. El crecimiento de especies vegetales bajo frutales en periodo estival es considerado maleza, compitiendo por luz, agua y nutrientes, además de ser hospedadores de plagas y enfermedades para los frutales. Los productores mediante controles químico y mecánicos disminuyen el daño a los cultivos, aumentando costos de producción e incorporando productos químicos. La aplicación de herbicidas no solo acumula y dispersa compuestos potencialmente tóxicos al medio ambiente, sino que también dejan el suelo desnudo, con pérdidas de las propiedades físicas y químicas. La eliminación total de malezas no es conveniente productivamente para los frutales, sin embargo, los herbicidas se aceptan como un mal necesario.
A nivel local las malezas se controlan mediante un sistema tradicional y laboreos mecánicos. El primero consiste en el uso de rastras de disco o desmalezadora conjuntamente con la aplicación de herbicidas. El segundo, solo usa rastra de disco o desmalezadora.
Para la realización de este proyecto, se tuvo en cuenta que el pastoreo con ovinos reduce el uso de herbicidas y los laboreos mecánicos para controlar malezas bajo los frutales. Asimismo, las integraciones de ovinos a los sistemas frutícolas incrementan los beneficios económicos de los establecimientos productivos.
Al respecto, el director del proyecto de investigación, Edgar Ávila manifestó: “La idea surge a partir de detectar una necesidad de los productores locales tanto ganaderos como frutícolas. La ganadería ovina se ha incrementado a partir de financiamiento de ley ovina en la provincia. Esto ha generado la producción de ovinos en el sistema productivo y por otro lado existe una situación en donde los productores tanto vitícolas como olivícolas tienen maleza en las que se realizan prácticas que no son amigables con el medio ambiente por la aplicación de agroquímicos para controlarlas. Es por esto que se busca tratar de unir esa necesidad que hay en la parte ovina de alimentación, tratando que esas malezas que para un caso son un perjuicio, transformarlas en alimento y a la vez que este productor disminuya la producción de agroquímicos que dañan el medioambiente”.
En relación a cómo se va a implementar el proyecto, el ingeniero agropecuario Ávila afirmó: “Consiste en armar seis parcelas de ensayo en una finca de olivos que tiene ovinos, y una finca de vid que también tiene ovinos. Se realizarán tres tratamientos en cada una de las fincas. Se busca que, durante ese periodo, el productor controle las malezas como lo realiza tradicionalmente, que es mediante elaborado mecánico más tratamiento químico. Otra parcela lo vamos a hacer con un tratamiento totalmente mecánico. Luego tendríamos otro ensayo que sería el pastoreo con ovinos. El estudio va a durar desde septiembre hasta marzo y se observará cómo el ovino controla la maleza sin aplicar agroquímicos ni aplicaciones mecánicas”.
Los ovinos se caracterizan por alimentarse mediante pastoreos de estrato herbáceo como las especies que crecen bajo los frutales, posibilitando la integración de ambas producciones tendientes a la sustentabilidad productiva, económica y ambiental de los establecimientos. Resulta lógico pensar que una gran parte de estas plantas no deseadas podrían ser aprovechadas, para la alimentación animales. Se controlaría el problema que causan las malezas y se aportaría abono orgánico al suelo, transformando la especies herbácea en carne, incrementado los ingresos de los productores.
Por último, el investigador señaló: “Se busca evaluar el tipo de especie que crece bajo los frutales para ver la calidad de forraje que tenemos para los animales. Entonces, además de ver que la oveja controle la maleza, vamos a controlar la calidad del alimento que tienen disponibles las ovejas en ese periodo. A partir de eso vamos a poder ver el valor nutritivo y vamos a poder ver si realmente controla la maleza y como la controla y si tiene un beneficio en el animal”.
El convenio de Cooperación para la Investigación de Proyectos Agropecuarios tiene por objetivo establecer un marco de actuación conjunta entre el Gobierno de la provincia de San Juan, a través de la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECITI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), por medio de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) San Juan. Con este acuerdo se pretende cooperar en el diseño, financiación e implementación de proyectos de investigación y desarrollo que contemplen propuestas concretas de aplicación de conocimientos generados en el sector agropecuario de la provincia de San Juan. Los resultados podrían contribuir al diseño de políticas públicas que el gobierno de la provincia pueda implementar.
