Los deportistas son, probablemente, de los que más sintieron los efectos de la pandemia, ya que tuvieron que dejar de entrenar o hacerlo en su casa, lo que no es lo mismo, en cuanto a resultados, no tuvieron competencias, locales, nacionales y mucho menos, internacionales y, aquellos que pertenecen al selecto mundo de la alta competencia, vieron frustradas sus posibilidades de jugar un determinado torneo, de viajar a un país que soñaban conocer, además de competir y no pudieron, como María Cecilia Román, volver a subir a un ring para defender su título mundial, ese que tanto enorgullece a la deportista y a sus comprovincianos.
Con poco menos de dos años de este mal que aquejó al mundo, Cecilia cuenta: “lo viví con tranquilidad, entrenando la paciencia y controlando la ansiedad. Cuando todo empezó, pensé que en dos meses volveríamos a la normalidad. En ese momento me puse objetivos diferentes, esperando que todo pasara. Por ejemplo, nunca dejé de entrenar y comencé con actividades físicas, teniendo en cuenta que habían ejercicios específicos del boxeo que no podía realizar, de allí que me propuse jugar un poco con la actividad física, buscando el lado recreativo, más allá del físico, por esas limitaciones que tenía de espacio, de elementos, de no poder ir al gimnasio, de no salir a la calle. También me mentalicé para tomarlo como unas vacaciones, ya que venía de tres años sin parar, entonces me dije que era un tiempo de estar en familia, aprovechar el tiempo para estar con mis hijos; me focalicé en lo que tenía, en descansar, en recuperar mi cuerpo, porque el entrenamiento tan exigente hace que el físico se vaya agotando. Respecto a los entrenamientos extrañé mucho la intensidad, el hecho de tener espacios y elementos acotados, por lo que el nivel de exigencia al que estaba acostumbrada, no lo podía mantener; de hecho me pasó el perder masa muscular. Por ejemplo, en el gimnasio levanto una cierta cantidad de kilos, pues eso lo perdí, ya que se requiere mucho tiempo y constancia para lograr algo que luego, en muy poco tiempo lo perdés”.
Con la pérdida de competencia, los problemas siguieron sumándose, aunque Ceci se había fijado otros objetivos ante esa realidad que nos llevaba por delante a todos. Por ejemplo, sin dejar de entrenar aliviar exigencias a su físico y dentro de ese panorama adverso, también tratar de mejorar algunos aspectos que ella conoce mejor que nadie.
De ese modo transitó la pandemia, que no llegó a afectar a su familia, pero sufriendo por pérdidas que tuvieron algunos amigos, gente muy cercana a ella.
Cómo hace una boxeadora para entrenar cada día, durante tanto tiempo sin poder combatir, cómo juega en su cabeza? Ceci responde: “una de las cosas que tiene el boxeo es eso, desde comencé supe que el tema de las competencias es un problema porque no tenemos un calendario fijo que te dé certezas. Lo supe desde que era amateur, donde en un año llegué a hacer cuatro peleas, todas en el mes de marzo y después no peleé en todo el año. La lección es: entrenar y entrenar. En mi caso, que empecé a boxear de grande, aprovecho las prácticas para tratar de aprender y mejorar cosas que una chica que empezó a los 15 años, tiene esas ventajas. Respecto a lo mental, pienso que uno debe aprender a controlar la ansiedad, ya que no es lo mismo entrenar sabiendo que tiene una pelea, a no saber cuándo. También aprendí a que lo que uno hace, en algún momento sirve y con el tiempo encuentras el sentido a esas cosas. El entrenamiento es mucho esfuerzo a largo plazo y sé que lo que hago hoy tendrá sus frutos el día de mañana”.
La campeona mundial, aunque no tiene en sus planes terminar su carrera en corto plazo, ya sabe a qué quiere dedicar sus días post boxeo. Su idea es ejercer como profesora de educación física, su otra pasión y –además- poder tener su gimnasio de pesas y boxeo o cualquier actividad física, porque para ella ése hábito es fundamental en su vida y le gustaría que fuera el eje a difundir en su profesión. También se imagina enseñando, formando boxeadores. Lo cierto es que ahora, en que se está por retomar la actividad está evaluando cómo se presentan las cosas y ahí ver y proyectar hasta cuando sigue boxeando, pero por ahora no es algo que tenga pensado seriamente.
Su intención es sumar todo tipo de experiencias posibles para seguir aprendiendo y seguramente llegar a transmitir esos conocimientos a la hora de enseñar. Cecilia cuenta que siendo amateur nunca formó parte de la selección, sin participar de campeonatos o ganar un cinturón, por lo que considera ese periodo como muy pobre, haciendo hincapié que quienes la dirigían no supieron aprovechar esas cosas que son importantes para un deportista. Hoy, como boxeadora profesional, quiere aprovechar todo lo que surja , al igual que pelear por un título de otra entidad (es campeona por la Federación Internacional de Boxeo), buscando desafíos nuevos.
Respecto a su experiencia en Estados Unidos, el año pasado, dice: “cada pelea deja nuevas enseñanzas, por ejemplo a ese combate fui a pelear en una categoría más arriba, ahí entendí lo de los pesos, cuando muchos dicen, es un kilo o dos de más y la vedad que lo pude comprobar, pues se sintió la diferencia y me quedó en claro que mi categoría es Gallo. Aprendí que cuando peleas afuera debes dar el 130% de lo que das habitualmente, hay que dejar un plus para poder sacar un buen resultado y también ver otros deportistas que cuando estás lejos crees que son diferentes y la verdad que somos todos iguales, pasamos y luchamos por lo mismo. Confirmé que hay que estar siempre preparado, porque cuando lo estás puedes sacar provecho de las oportunidades”.
Finalmente, Cecilia cuenta que el parate en la actividad, también afectó en lo económico, ya que ella logró poder dedicarse exclusivamente al boxeo, que fuese, no solamente su pasión, sino su trabajo y su actividad, y el hecho de no combatir, ya que el boxeo fue una de las más afectadas con la pandemia, la llevó a hacer varios cambios de planes en su vida para poder seguir adelante.
La Ceci, sigue entrenando cada día, con las mismas ganas, responsabilidad y profesionalidad de siempre, a la espera que muy pronto haya buenas nuevas en su carrera de campeona mundial.
Foto: Marina Sancassani
