Desde la implementación de la Ley Nacional N° 26657, el abordaje de la Salud Mental ha cambiado notablemente en varios puntos. Institucionalmente se ha dejado de tocar esta temática como monovalente, es decir como patología única y predominante. Y ha cambiado también la forma de atención de “usuarios” (no pacientes), fuera del ámbito hospitalario.
La norma, que tomó forma en diciembre del 2010, señala un “marco de abordaje interdisciplinario e intersectorial, basado en los principios de la Atención Primaria de la Salud. Es decir Justicia Social, participación, Intersectorialidad, sostenibilidad, entre otros.
En San Juan, además del cambio de paradigma en cuanto a la atención que se ha visto en el funcionamiento del ex hospital Mental, actualmente llamado Julieta Lanteri, donde cambió de abordaje monovalente a polivalente, hubo otras señales de renovación. Nacieron los “Dispositivos Intermedios”, promovidos para desarrollar acciones de inclusión social, laboral y de atención en salud mental comunitaria.
En esencia se trata de un equipo de profesionales dispuestos en dos departamentos, Rawson y 25 de Mayo, que trabajan con la modalidad de talleres por admisión. Para que lleguen a estos equipos interdisciplinarios deben ser derivados por psicólogos o psiquiatras de los centros sanitarios y hospitales.
En Rawson se encuentra el Espacio Cultural para la Salud La Pulga Messi, que trabajan con la modalidad de talleres en distintas temáticas. Teatro, yoga, danza, huerta, botánica, manualidades, pintura e ilustración, dibujo, comunicación y contenidos audiovisuales, entre otros.
Los responsables de este espacio cultural, ubicado en el ex centro sanitario Monseñor Di Stéfano, Barrio La Estación, son las licenciadas Ana Grinszpan y Emanuela Martín, respectivamente y del doctor Juan Pablo Urcullu. Y la dependencia directa, en escala ascendente, es el Área Programática Rawson, Zona Sanitaria V, del ministerio de Salud Pública.
En el acto de inauguración se suscribió un convenio de colaboración mutua entre los ministerios de Salud Pública y de Turismo y Cultura para trabajar de manera articulada y permanente en herramientas terapéuticas aplicadas en el dispositivo antes mencionado. Es decir, que hay trabajos mancomunados entre ambas carteras porque la salud y la cultura son terapéuticas y sanan.
“En la entrevista de admisión se le proponen algunos talleres que están actualmente. Por ejemplo, Música, teatro, yoga, pintura, dibujo, comunicación,” explicó la licenciada Grinspan y contó: “Ellos deciden, no se le impone un taller. Estas actividades que realizan en el Espacio Cultural no reemplazan el tratamiento obligatorio que ya tiene el usuario. Es como un complemento a ese proceso Y a diferencia del tratamiento habitual y tradicional no hablamos de paciente, sino de usuarios” dijo.
“El usuario tiene participación en su tratamiento, no es como lo convencional, en el consultorio, que se le da indicaciones y el sujeto tiene que recibirlas pasivamente. Con nosotros, el usuario define también qué taller elegir, qué puede hacer en el taller, qué quiere hacer y qué objetivos tiene” resaltó el doctor Juan Pablo Urcullu, médico psiquiatra del Espacio Cultural.
El profesional amplió en detalles y explicó que “se acciona en tres pilares, ellos son: trabajos externos, difundir podcasts (archivos de audio) creados por usuarios de salud. Ropero comunitario de intercambio de útiles escolares, libros, cuadernos y ropa y las donaciones para eventos como fueron el Día de la Amistad y el Día de las Infancias”.
En cuanto al lugar donde está emplazado el Espacio Cultural, hubo debate, tiene historia este sitio. Juan Pablo Urcullu explicó que “había temor, mucho estigma en el barrio. No es casual que lo hayamos abierto acá, nosotros trabajamos mucho con la desestigmatización de lo que es la salud mental y este complejo habitacional estaba muy estigmatizado. Lo que pasa es que la historia de este centro de salud también ayuda para esa marca. Lo tuvieron que cerrar, delincuencia y todo eso” señaló.
Poco a poco este lugar se ha transformado en una gran convocatoria de personas que participan de los diversos talleres o capacitaciones. Hay coincidencia de los coordinadores que muchas veces la violencia se genera desde adentro y no desde afuera. De hecho están trabajando fuerte para poder sacar los alambrados que tiene el inmueble porque desde que abrieron, hace tres meses, no han tenido ningún problema. Ni siquiera con el mural de Messi.
“Llegamos a las ocho de la mañana, se abre la puerta y se mantiene abierta. No hemos tenido altercado ni vandalismo. Tenemos muy claro que para poder estar acá, nos tienen que habilitar desde la comunidad, por eso estamos trabajando con ellos y les tenemos confianza” expresaron casi en simultaneo los responsables del Espacio. “Lo importante es sentirse parte, porque seguramente la comunidad se siente parte de todo esto. Lo están cuidando, ellos nos habilitan o nos deshabilitan. Estamos totalmente integrados, de algo estamos seguros: La integridad no tiene necesidad de reglas.
