Durante todo el domingo, millones de familias argentinas estarán celebrando -en casa- el Día del Padre. Esta es una de las festividades más especiales del año calendario, como también lo son el Día de la Madre o Día del Amigo. En fin, ese toque distinto que poseen ‘de familiaridad’ las hace relucir por sobre otras (sin desmerecer las restantes, claro está).
Si vinculamos el Día del Padre con el deporte –y todas sus aristas-, debemos reconocer que cada tanto nos enteramos de historias particulares y que resguardamos en la memoria. Con tal motivo, la finalidad de este encuentro es para que conozcan cómo es y qué siente un padre que, además de lo cotidiano, debe entrenar deportivamente a su hijo.
En esta oportunidad, conoceremos los casos de Jorge Maldonado y Nelson Castañeda. La vida del primero, papá de Mateo Maldonado, siempre estuvo ligada a la vela deportiva y en su familia sus hijos continúan con esa pasión. Similar es el caso del segundo, padre de Thomas Castañeda, pero en este caso en el mundo del triatlón.
A continuación, un breve racconto de las palabras que ambos protagonistas mencionaron al respecto.
Jorge Maldonado (vela): “En cada celebración del Día del Padre, en casa reiteramos la felicidad y el orgullo de contar con dos hijos (Mateo y Felipe) muy buenas personas y excelentes deportistas. Mateo está trabajando con mucho compromiso para concretar el sueño que él tiene de estar presente en un Juego Olímpico en navegación a vela, dentro de la categoría Láser. Él empezó muy chico, viviendo en un lugar de mar, y en esos lugares se practican deportes de ese estilo. Desde temprano generó mucho talento y destreza. Luego la siguió desarrollando cuando compitió en Optimist, la categoría infantil, hasta los 13 años y luego pasó a Láser, que es el velero que actualmente navega. Estoy muy orgulloso de los dos, la familia entera hace un gran sacrificio para apoyarlos en cada una de las iniciativas. Siempre hemos sido muy deportistas y para nosotros el deporte es parte de la educación y salud de la familia”.
“¿Puedo agregar una anécdota? Cuando Mateo tenía 6 años, le regalamos el velero de Optimist. Era en la playa, lugar donde trabajábamos (en México), con la presencia de muchos turistas, lo ingresé a navegar al mar. Previamente tuve una charla con él y le indiqué qué debía hacer. Salió a navegar al interior de la bahía. Había mucha gente que estaba preocupada al ver un nene tan chiquito, solo y en el mar. Muchos se enojaron, inclusive su madre (risas). En un momento, Mateo se da vuelta en el velero. Varias embarcaciones se acercaron a auxiliarlo, pero él solito logró enderezar el velero. Con un balde de achique sacó el agua y regresó navegando hacia la playa. Y volvió feliz de la vida y contento por haber logrado enderezar la embarcación. Siguió los pasos que su padre le había indicado…”
Nelson Castañeda (triatlón): “Soy el papá de Thomas Castañeda, triatleta del equipo de Alto Rendimiento, y esto viene de larga data. Hay muchas historias por contar. Todo comenzó en su infancia, él era muy chico. A muy temprana edad salió a jugar y divertirse, pero siempre llevo consigo un espíritu competitivo. Uno disfrutaba de sus triunfos y se alegra con él. Recuerdo su primera carrera. Fue en jardín de infantes, tenía 4 años, y fue en la pista de atletismo del estadio abierto. Me acuerdo que iba ganándola, pero se cayó, y lloraba, lo consolamos, nos abrazamos, pero fue parte de sus primeras experiencias de vida. Son situaciones que siempre debemos terminarlas con una sonrisa. Para mí es muy importante lo que vivo con él porque es lo que te hace sentir padre. Tu hijo siempre está marcándote el termómetro de cómo sos como padre. Y bueno, también recuerdo las primeras salidas a la montaña, a que aprendiera a nadar, pero primero a disfrutar. Yo toda la vida fui su entrenador, actualmente lo soy, y creo que en algún futuro habrá otra persona ocupando ese rol, pero desde un principio con él no quisimos que quemara etapa, priorizamos que disfrute de todo. Mi felicidad es ver disfrutar de lo que viva. Además, es una tarea difícil ser papá y entrenador a la vez. Es así porque el entrenador debe ser riguroso, pero es difícil serlo con tu hijo".
"Tengo recuerdos imborrables. Se me vienen a la menta las carreras de aventura, que las hacíamos en equipo. Yo las terminaba fundido, pero entre lágrimas porque estaba con él. Lo recuerdo y se me da un nudo en la garganta. Ha pasado el tiempo y me da mucho orgullo lo profesional y disciplinado que es, verlo tomar decisiones, son cosas que uno no olvidará. Viajes tenemos un montón, por todo el país, incluso una temporada en Europa donde Thomas anduvo muy bien, pero más allá de los resultados, recuerdo el convivir, apoyarnos, entre otros", señaló.
Nelson agregó que "tener un hijo te engrandece no por lo que uno dé, sino por lo que él te entrega a diario. Y uno lo va acompañando, enseñándole, en la escuela, las amistades, sus gustos. A veces quiero que esta etapa no termine, pero las siguientes son aún más lindas. Y todo se simplifica en el apoyo y el gusto que nos da verle disfrutar. El deporte nos ha unido aún más. Nos ha hecho reír y llorar a la igual. Con él tengo todo. Disfruto tanto el abrazo que nos damos todos los días. La vida misma tiene muchas etapas, pero la mía no sería lo que es si Thomas no estuviese. Y eso te da ganas de seguir estando y ayudándole. Quiero seguir apoyándolo y tenerlo eternamente. Y su carrera deportiva tiene muchas puertas, que esperemos pronto concretar, pero ya le he dicho que ahí estaré. Siempre contará conmigo. La satisfacción es interminable. Él me hace sentir padre. Quisiera toda la vida ver su sonrisa”.
