Se lo ve con muchas ganas de bailar y transmitir buena energía a su alrededor, es el único hombre entre tantas mujeres en el playón de Plaza La Joroba, departamento Capital. Incentivado por las profesoras del programa, sigue a la perfección cada paso y movimiento que le marcan. Lejos de esconderse entre la multitud, él contagia alegría y ganas a sus compañeras. Rodolfo Bustos, a sus 50 años, integra las clases de zumba de Comunidad en Movimiento.
“Alegre de poder participar y que el clima nos acompañe. Llegamos hasta acá a través de Cecilia, que es la instructora en el gimnasio Fly, al que voy yo, y ella es parte de este programa. Hace cuatro años que practico zumba y tenemos un grupo muy agradable”, contó Rodolfo.
Consultado sobre si lo intimida ser el único hombre que baila, comentó que se siente súper integrado, además de compartir la actividad con su esposa Mónica y en algunas oportunidades con su hija Emilie. “El deporte en mi vida es algo que trae mucha salud, diversión y despeja la mente, además de compartir en familia. De este modo puedo irradiar energía y ganas a los jóvenes. Por eso invitó a todos los hombres que están interesados a sumarse, y aquellos que no lo están, para que también vengan y conozcan de qué se trata. No sé van a arrepentir”.
Luego de acompañar el ritmo de la música a través del movimiento de su cuerpo, Bustos se siente feliz, y espera por el momento para compartir el mate, y alguna que otra comida elaborada que le acercan sus pares.
El hombre de Rawson practicó deporte desde su juventud, jugando al fútbol de modo amateur y andando en bicicleta, actividad que realiza actualmente en forma diaria. “También hago cardio sin impacto, para ayudar a que mi cuerpo se mantenga saludable”, agregó.
La actividad física para Rodolfo no tiene desperdicio. Entre cardio, bicicleta y zumba, son cinco los días de la semana en la que practica alguna disciplina deportiva, e intenta ser “espejo” para muchas personas, y en especial hombres, que no se animan a sumarse al programa.
