Seguí estas recomendaciones si pensás plantar un árbol

Hasta finales del mes de noviembre es tiempo de forestar nuestros hogares con las especies recomendadas para nuestra provincia.

La llegada de la primavera nos posibilita mejorar nuestros espacios verdes. Es la época ideal para realizar plantaciones de árboles que nos aportarán sombra, reducirán la temperatura y mejoraran nuestro hábitat.

Si bien durante todo el año podemos colocar un forestal, corremos riesgos de que estos no prendan por el intenso calor estival o por las heladas de la época invernal. Por ello, los meses más indicados para realizar forestación en San Juan son septiembre, octubre y noviembre.

La Dirección de Arbolado Público brinda algunas recomendaciones para que la plantación sea exitosa y duradera en el tiempo.

  • Asegurate de que nada se interponga en el crecimiento del árbol hacia arriba. Mirar hacia arriba del sitio de plantación representa la última oportunidad para identificar si dicho sitio es adecuado para el establecimiento de un árbol. Si por encima del árbol hay cables de servicios, luces de seguridad o edificios cercanos, se deberá optar por otro sitio de plantación o deberá plantar un árbol adulto de estatura baja.
  • Hacé un hoyo amplio y poco profundo. El hoyo debe ser al menos tres veces más amplio que el diámetro del cepellón a fin de que las raíces penetren el suelo que las rodea con mayor facilidad. Es aconsejable romper el suelo que rodea al cepellón para facilitar el desarrollo y la expansión de las raíces. La profundidad del hoyo debe tener prácticamente el mismo largo que el cepellón.
  • Identificá el “cuello” del árbol. Es el punto más visible de la raíz más superficial del cepellón. Es la primer área de ensanchamiento de la raíz. Si una parte de esa primera raíz no es visible, se debe remover el suelo que cubre al cepellón. Saber localizar el cuello del árbol también permitirá determinar qué tan profundo debe ser el hoyo para una plantación apropiada.
  • Colocá el árbol a la profundidad apropiada. La profundidad del hoyo debe ser del largo del cepellón, sobre todo si consideramos que la mayoría de las raíces de un árbol recién plantado se desarrollarán en los primeros 30 centímetros del suelo. Si el árbol fue plantado a demasiada profundidad, las raíces nuevas no se desarrollarán a causa de la falta de oxígeno. De hecho, es recomendable que el “cuello” del árbol se eleve de 5 a 7 centímetros sobre el nivel del suelo para facilitar su posterior asentamiento. Para evitar daños en el ejemplar durante la plantación, el árbol debe ser levantado por el cepellón y no por el tronco.
  • Enderezá el árbol al plantarlo. Antes de rellenar el hoyo, se debe observar el árbol desde varias direcciones para confirmar que está derecho. Esto es muy importante ya que, una vez rellenado el hoyo, será difícil posicionar al árbol nuevamente.
  • Rellená el hoyo con cuidado. Primero, el hoyo debe ser cubierto poco a poco hasta un tercio de su capacidad, y luego se debe apretar el suelo alrededor de la base del cepellón. Posteriormente, se debe rellenar el resto del hoyo mientras se aprieta el suelo con firmeza a fin de eliminar toda cavidad u agujero de aire que pueda secar las raíces. Esta tarea puede ser facilitada mediante el uso de agua para asentar la tierra. Se debe continuar con este procedimiento hasta que el hoyo esté lleno y el árbol quede firme en el sitio de plantación. Durante todo este proceso se recomienda no utilizar ningún tipo de fertilizante. Si el árbol a plantar tiene su cepellón en arpillera, se deben cortar y remover las cuerdas y alambres del cepellón sin dañar las raíces en el proceso.
  • Regá el relleno para asentarlo. Se puede hacer un borde alrededor del cepellón para prevenir que el agua se disperse.
  • Si es necesario, colocá tutores. El uso de tutores es una práctica poco necesaria si el árbol creció bien y fue extraído adecuadamente del sitio que ocupaba en el vivero. No obstante, el uso preventivo de tutores puede ser necesario para proteger el crecimiento del ejemplar de las caídas provocadas por actos de vandalismo, por golpes con cortadoras de césped, o por la fuerza de un ventarrón.
  • Continuá con el mantenimiento adecuado. El suelo se debe mantener húmedo, nunca empapado. Se debe regar el árbol al menos una vez por semana y con mayor frecuencia en verano, salvo cuando llueva. El suelo seco indicará que es tiempo de regar. El riego debe continuar en otoño, disminuyendo su frecuencia a medida que bajan las temperaturas. Otras prácticas de mantenimiento incluyen la poda de ramas dañadas durante el proceso de plantación. Para la poda estructural se debe esperar hasta después que termine una estación de crecimiento en el sitio nuevo. La poda requiere capacitación y autorización.
  • Aplicá mulch alrededor del árbol. El mulch es simplemente materia orgánica aplicada a la base del árbol como si fuese un manto, utilizado para retener la humedad, moderar las temperaturas extremas del suelo (frío o calor) y reducir la competencia de las malezas. Un mantillo de hojas, las acículas de pino, corteza astillada, turba o astillas de madera son algunos buenos tipos de mulch. Sólo se debe aplicar una capa de 5 a 8 centímetros sobre la base.

San Juan cuenta con diferentes especies que se adaptan correctamente a nuestro clima. En esta nota podes conocer cuáles son: Cómo elegir el árbol adecuado.

Modificado por última vez en Jueves, 12 Noviembre 2020 15:41