En comisiones de 70 personas, los aspirantes de la Escuela de Seguridad Penitenciaria de la Universidad Católica de Cuyo visitaron el Sector 4 y su nuevo Ingreso de Requisa, los talleres de Laborterapia, el aula de Espartanos, las unidades de área social, área psicológica, acompañamiento terapéutico, terapia ocupacional, de personal administrativo y la Plaza de Armas.
Cada grupo fue orientado a lo largo de la visita por el director y subdirector del SPP, Dr. Adriel Fernández y Sub Prefecto Darío Cuevas, respectivamente; el jefe de Cuerpo, Of. Alcaide Mayor Carlos Suárez; el jefe de Recursos Humanos, Of. Alcaide Mauricio Rubiño; el jefe del Sector 4, Of. Adjutor Sebastián Fernández, entre otras autoridades.
Además, los aspirantes fueron acompañado por instructores que se desempeñan como agentes de la Fuerza, y guiados por la docente Of. Alcaide Mónica Ávila, quien les explicó la dinámica de trabajo habitual.
Asimismo, un grupo de docentes externos a la Fuerza de Seguridad Penitenciaria acompañaron a los aspirantes y tuvieron la oportunidad de asistir por primera vez a las instalaciones.
José Díaz es profesor de Geografía en el cursillo y considera que “fue una experiencia súper enriquecedora para los docentes y, especialmente, para los postulantes. Esto les da a los chicos un acercamiento a lo que a futuro podría ser su trabajo y es una ayuda para decidir si realmente es a lo que querrán dedicarse a futuro”, argumentó. Además, Díaz contó que todos los docentes participantes conocieron la amplia oferta de instrucción en oficios y herramientas al alcance de las personas en contexto de encierro para hacer posible una real reinserción en la sociedad.
Para estos aspirantes, que serán futuros agentes, es vital conocer su próximo lugar de trabajo, estar al tanto del manejo interno, como así comprender que la labor penitenciaria se extiende a todos los ámbitos de su vida, ya que los valores se traducen en el accionar como ciudadanos. Santiago Orellano fue uno de los chicos que recorrieron el Servicio Penitenciario Provincial y que espera ingresar a la carrera como una opción para desarrollar su primera formación como docente de educación física: “Cuando me recibí de profe, me incentivé para hacer el cursillo de la Carrera de Seguridad Penitenciaria porque veo en este trabajo la oportunidad de realizar proyectos que enlacen ambas profesiones; considero al deporte como una ayuda significativa para la revinculación social de las personas privadas de la libertad”, sentenció Santiago.
Maira Molina también es aspirante y, si bien siempre le llamó la atención las Fuerzas de Seguridad como salida laboral, la visita al SPP considera que ha aportado significativamente en cuanto a entender el manejo, las instalaciones y el comportamiento de las personas en contexto de encierro. “Me gustaría acompañar el proceso de resocialización de las PPL, fundamentalmente el caso de las mamás que tienen hijos chiquitos”, auguró.
Finalmente, la secretaria Académica de la Universidad Católica de Cuyo, Marcela Del Carril, comentó que la vivencia es de vital importancia, especialmente para la Carreras del Servicio Penitenciario, dado que, al desarrollarse la función en un contexto de encierro, habitualmente resulta una incógnita para el civil común, lo que ha llevado a muchos jóvenes a dudar, al momento de elegir, la Fuerza de Seguridad a la que desean ingresar. “El conocimiento refuerza las vocaciones, incentiva a nuestros jóvenes a dar lo mejor de sí para alcanzar el objetivo propuesto”, concluyó.
