La obesidad es un problema mundial y en los últimos tiempos con la comida chatarra y la mala alimentación, entre otros factores, los índices se han incrementado notablemente. San Juan no es la excepción y lo que se ve en los consultorios que tratan la temática confirma las estadísticas globales.
Desde hace un tiempo, funcionan en el Hospital Dr. Federico Cantoni de Pocito dependencias que tratan los problemas de alimentación de niños de entre 1 a 12 años. Atienden dos veces a la semana, martes y viernes de 8 a 12 hs. El viernes es día de taller y debate de varios temas con los padres y pequeños.
Son cuatro profesionales que tienen a cargo esta tarea: psicóloga, trabajadora social, nutricionista y pediatra. Los niños llegan hasta los consultorios del Hospital de Pocito con diagnóstico de sobrepeso y derivados por un profesional.
Sobre el tema, la pediatra Laura Villafañe, integrante del equipo del Consultorio de Obesidad, explicó la temática de trabajo. “Abordamos al paciente y a la familia de manera multidisciplinaria, indagamos acerca de la alimentación, actividad física que realiza, entorno familiar, la merienda escolar, qué tipo de almuerzo consume generalmente, horarios de esparcimiento, recreación, de descanso. Con estos datos, más unos análisis y ecografías, le damos al paciente una serie de medidas a implementar que consisten en alimentación saludable, ejercicios físicos, normas de ingesta para la escuela, entre otras cuestiones”, explicó.
Una vez conocidos los valores de los análisis, y, en caso de presentar problemas de hipertensión, de hipotiroidismo o de glucemia, se le sugiere una visita al endocrinólogo del Hospital Rawson, o de ser necesario, también, los atiende el cardiólogo.
Para saber qué grado de obesidad o sobrepeso tiene el niño, se hace un breve cálculo y se determina el Índice de Masa Corporal (IMC), que es la división del peso sobre la talla. Con el resultado de este más la edad se puede conocer el porcentaje de exceso de peso. Según la bibliografía, si el IMC da mayor a 97, la persona tiene obesidad.
Laura Villafañe contó que “el exceso extremo de peso en los chicos se les llama obesidad grave y tenemos muchos casos con esa características. También llegan infantes con sobrepeso y obesidad y en la mayoría de los casos existe poca adherencia al tratamiento”, dijo. Este dato no es menor, y los motivos tienen que ver con lo difícil que es para la familia cambiar las conductas alimentarias y que puedan implementar las modificaciones. Y lo que no se hace en la familia, repercute en los chicos.
Es tan importante la tarea que realiza el equipo de Obesidad Infantil del Hospital de Pocito, que a partir de julio se implementarán las charlas en las escuelas, teniendo en cuenta que en varios establecimientos se brinda la copa de leche o el almuerzo. Y también existen los kioscos, que en la mayoría de los casos no ayudan porque venden, por ejemplo, muchas golosinas, alfajores, juguitos con alta producción de azucares.
Lo recomendable para estos negocios serían el suministro de sándwiches de jamón y queso, barritas de cereales, frutas, pochoclos.
Los responsables del consultorio coinciden en que para combatir la obesidad es necesario cumplir con las cuatro comidas básicas en base a una alimentación saludable y hacer mucha actividad física, de acuerdo a la edad. Aunque generalmente se recomienda 30 minutos a una hora y tres veces a la semana.
Este consultorio lo integran, además de la doctora Villafañe, la nutricionista Ana Laura Correa, la psicóloga Verónica Galdeano y la trabajadora social Romina Corallo. Fue un proyecto de las cuatro profesionales por la alta prevalencia de pacientes con sobrepeso y obesidad.
