Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son considerados enfermedades que cursan con complicaciones médicas, psicológicas, psiquiátricas, familiares y sociales, que condicionan su evolución. Se caracterizan por una conducta alterada ante la ingesta de los alimentos y/o la obsesión para alcanzar un peso ideal.
Al celebrarse el 2 de junio el Día Internacional para la Prevención de los Trastornos Alimentarios, la División de Nutrición del ministerio de Salud Pública, realizó una jornada de concientización en la planta baja del Centro Cívico. Participaron también de la actividad, profesionales del Centro Vitta.
El origen de los TCA es multifactorial: cuestiones biológicas, psicológicas, socioculturales y/o familiares dan curso a esta problemática cuyas consecuencias son graves para la salud física y mental de una persona.
Existen distintos tipos, los más conocidos son: anorexia, bulimia, trastornos por atracón, Trastornos Alimentarios No Específicos (TANE), entre otros. Debido a que el padecimiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria son multifactoriales, resulta fundamental poner énfasis en la comprensión y abordaje bio-psico-social y socio-familiar de estos trastornos. Esto supone no solo la intervención sobre la persona afectada, sino que implica intervenir sobre toda su realidad social y familiar.
