Los ocasionales actores visitaron uno a uno a los pacientes y transformaron el dolor en alegría, la tensa espera en un momento de gozo donde también los adultos compartieron lo emocionante del momento.
Los profesionales del Hospital también participaron en las actividades de los payamédicos, brindando un poco de felicidad, magia y amor por el que más necesita, transformando la espera de los internados en algo para recordar.