En enero del 2021 San Juan sufrió un importante terremoto y cientos de familias se vieron afectadas de manera material con el derrumbe de sus viviendas. Pero a un año y medio de esa jornada de angustia vieron como su duro presente se convirtió en un futuro esperanzador con el sueño de la casa digna.
El lunes 18 de enero del 2021 cambió la realidad de cientos de personas que sintieron los efectos de la naturaleza y se vieron cara a cara con el triste recuerdo de distintos terremotos como en enero de 1944 o noviembre de 1977 que dejó miles de víctimas a lo largo y ancho de la provincia.
A diferencia de esas dos oportunidades no se lamentaron perdidas humanas, pero casas cayeron, infraestructuras se vieron comprometidas y sueños afectados. Pero como la historia marca en la provincia de San Juan, de una nueva tragedia nació una unión inquebrantable acompañada de la promesa de 1800 nuevas viviendas.
Este lunes 7 de noviembre de 2022, esa promesa comenzó a materializarse y junto a ello el sueño de quienes sufrieron y lucharon por reponerse. Jimena Algañaras, mamá soltera de 3 niños, sufrió tres veces la caída de su hogar y hoy se vio con muchos sentimientos encontrados. “ Siento mucha felicidad de saber que mis hijos van a tener otra vida porque esto es un cambio rotundo. La meta se cumplió y el sueño es seguir creciendo con ellos día a día”, aseguró.
Por su parte, Estefanía Cortés fue una de las tantas damnificadas que se supo sobreponer siendo que “la pase muy mal. Sufrí mucho las inundaciones, el terremoto y vernos ahora a un paso de tener la casa que tanto peleamos, es un sueño cumplido”.
María de los Ángeles Zárate, representante de los asentamientos de Rivadavia, magnifica el arduo pasar de incontables tragedias que llevaron a este esperado día manifestando que “han pasado inundaciones y terremotos. Se perdió todo lo material, lo emocional. Dormirte con el corazón en la boca porque en cualquier momento llueve y las defensas se van a romper y todo se va a inundar. Se ha sufrido para tener un techo digno y el sacrificio de vivir acá porque cada uno se encuentra en una circunstancia de vida diferente el cual te lleva a este momento: cumplir el sueño de la casa digna”.
Pasan los damnificados y las historias se multiplican pero todas tienen un punto de intersección, de unión y de compromiso: Nos caemos para levantarnos y es en la adversidad donde nos encontramos como personas, pueblo y país. Hoy San Juan y todo un pueblo argentino se para al unísono ante la tragedia y la esperanza de un futuro mejor para 837 familias que vivirán bajo la materialización de un techo digno.
