Hilario: el primer gran paso de la minería en San Juan

Los vestigios de la histórica fundición son un libro abierto que ayuda a comprender la importancia del emplazamiento para la industria minera provincial y nacional.

Las famosas Ruinas de Hilario, que representan lo que alguna vez fue la primera instalación metalúrgica del país, se encuentran ubicadas en el departamento de Calingasta, cercanas a los márgenes del río Los Patos.

Los indicios más accesibles se pueden encontrar fácilmente cuando se transita la Ruta Nacional 149, que une las localidades de Villa Calingasta y Barreal, a más de 1400 msnm y al pie de la Sierra del Tontal.

Inspección de trabajos en las Ruinas de Hilario

Se pueden apreciar todavía los restos de algunas paredes de adobe que se mantienen en pie, como así también su característica chimenea, bocas de túneles e incluso restos de escoria en sus hornos.

El Gobierno Provincial se puso en la tarea de recuperar este patrimonio de la minería provincial y poder entender el camino transitado desde lo que fue la primera mina metalúrgica del país a ser un modelo de minería nacional. Mediante el Ministerio de Minería y el Ministerio de Turismo y Cultura, tienen como objetivo la puesta en valor de un testimonio histórico de la cultura sanjuanina. Para ello, ya comenzaron las tareas de limpieza y restauración que poco a poco permitirán consolidar un nuevo punto de atractivo turístico para el departamento calingastino.

Un poco de historia

Fue Domingo Faustino Sarmiento quien impulsó el proyecto, que buscaba ser el puntapié que permitiría convertir a San Juan en un polo industrial y mejorar la situación económica de la provincia frente a otras con mayor desarrollo.

Diversos historiadores e historiadoras coinciden en que el motivo del proyecto no fue la obtención de una gran producción durante un prolongado período de tiempo, sino más bien se trataba de una demostración de factibilidad y potencial, de cómo se podía llevar adelante la minería en la provincia y en el país.

Para ello, Sarmiento contó con los servicios del metalúrgico inglés Francisco Ignacio Rickard, quien fue traído vía transandina desde Chile. En un principio, sus tareas consistieron en la inspección de los territorios mineros y el ensayo de los minerales.

Según el propio Rickard (en cuyo honor se celebra en la provincia el Día del Inspector en Minas cada 30 de mayo), las huellas de antiguos canales de riego cercanos al río Los Patos le permitieron elegir el lugar para emplazar el emprendimiento, en 1863.

El proyecto, por diversas dificultades relacionadas al capital, al uso de la tecnología disponible y a la falta de mano de obra capacitada, duró en actividad poco menos de un año. En los 10 meses transcurridos entre 1865 y 1866, sin embargo, se llegaron a fundir importantes cantidades de plata.

Fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2006.

El inicio de la recuperación

Inspección de trabajos en las Ruinas de Hilario

La idea de generar un nuevo punto turístico en Calingasta a partir de la recuperación y puesta en valor de las Ruinas de Hilario no es nueva. Sin embargo, tras la iniciativa de los ministerios de Minería y de Turismo y Cultura, las ideas comienzan a materializarse

Luego de establecer un cierre perimetral para delimitar la zona sobre la cual se trabajará, comenzaron las tareas de limpieza de residuos y malezas. También se iniciaron los procesos que permitirán descubrir algunos restos que quedaron sepultados por la tierra del lugar, además de los planes de reforestación y recuperación de las estructuras que aún se mantienen en pie.

Modificado por última vez en Sábado, 07 Mayo 2022 12:22