La Asociación Sanjuanina Pro Adaptación Laboral (ASAL) es una de las instituciones que solicitó ayuda económica para seguir creciendo. En octubre pasado obtuvieron un subsidio de $89.000 para el equipamiento del taller de cerámica, conforme a la Ley Nº 970-M. Ese insumo, junto a la arcilla, el vidrio, los tintes y el diseño ya empezaron a dar frutos.
Son cerca de 90 los alumnos mayores de edad con distintos grados de discapacidad que concurren al lugar y aprenden a trabajar. El objetivo es poder adquirir más autosificiencia en sus vidas mediante esta laborterapia. Las artesanías en cerámica y vidrio que venden todos los lunes en la Planta Baja del Centro Cívico sirven para que puedan colaborar con la economía familiar y con la compra de más materiales para seguir trabajando.
Según contaron las profesoras, el horno vino a mejorar la experiencia del taller con más independencia y seguridad para todos. A diferencia del horno anterior, que sirvió por 30 años, el que compraron con fondos mineros es automático. Además tiene doble función: con horneadas a 1.020 grados sirve para cocer la cerámica y a 820 grados para vitrofusión.
"Es hermoso verles la cara a los chicos cuando ven la transformación de la arcilla y el vidrio, con los tintes de colores. Y es una herramienta para que sean un poco más independientes".