Fernanda Aguirre es mamá de Otto un nene de 1 año y medio que nació con hipoxia una enfermedad que se presenta cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro, la fortuna de él es la estimulación temprana que hicieron ellos, sus padres, en la primera etapa de crecimiento.
A raíz del problema, Fernanda tomó la idea de los tableros Montessori creando uno propio para Otto su hijo, con el tiempo tuvo la iniciativa de comenzar a crear estos tableros y formó su emprendimiento “Amanecer juego libre”. Estos elementos son juguetes centrados en el desarrollo autónomo y el aprendizaje del niño desde un punto de vista multitarea. Mejora su coordinación, el trabajo práctico, la capacidad de análisis, la búsqueda de nuevos retos o la optimización de sus capacidades cognitivas.
Durante el tratamiento de Otto nace en paralelo el vínculo entre Fernanda y el Observatorio Social de Desarrollo Humano, ya que ella toma conocimiento del “Programa diagnóstico de estimulación sociocognitiva” perteneciente a la cartera social. A raíz de esto, la emprendedora llevó el juego al Observatorio con el fin de mostrar su trabajo, donde luego surge la necesidad de trabajar directamente con ella ya que este programa busca fomentar el desarrollo cognitivo y socioemocional con elementos para la detección, diagnóstico y abordaje de los trastornos del neurodesarrollo y el aprendizaje en la infancia.
La mamá de Otto nos cuenta que se puso a trabajar con distintos elementos que le donaron desde el Centro Ambiental Anchipurac a través de la Secretaría de Ambiente como cierres reciclados, teclados de notebooks entre otros, Para definir qué tipo de elementos resultaban necesarios para adaptar al tablero, implementando la economía circular con el reciclado de objetos que se reutilizan.
Entre los elementos que componen el tablero está el “spinner” un conocido juguete que surgió hace 20 años pero tomó repercusión entre los niños y adolescentes en los últimos tiempos, su funcionamiento consiste en hacer girar el juguete en forma de trompo trabajando la estimulación visual y la coordinación ocular.
El cierre por ejemplo, ayuda a los niños a aprender a vestirse, también posee un laberinto que ayuda a la concentración, a la motricidad fina, a atarse los cordones entre otras habilidades. Es importante resaltar que para el uso de este elemento no hay una edad límite ya que a los tableros lo usan personas mayores en lo geriátricos.
Fernanda expresa que su hijo disfruta mucho del tablero ya que juega constantemente con él, su elemento favorito es el teclado porque simula su propia computadora como así también la llave de luz, el encastre de la mochila y el spinner que lo ayuda para la coordinación ocular.
