En el corazón de la provincia de San Juan, el Complejo Sioux se convirtió en el epicentro de la diversión y la competencia durante la Jornada Deportiva que se desarrolló en el marco de la Semana de las Juventudes. Se trató de una de las actividades que forman parte de la amplia propuesta organizada por el Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social a través de la Dirección de Juventudes, para celebrar a las y los jóvenes de la provincia.
El evento, que tuvo lugar durante el día sábado, fue organizado con el objetivo de fomentar el espíritu deportivo, el compañerismo y la importancia de mantenerse activos y conectados a través del deporte en las juventudes sanjuaninas. Desde tempranas horas de la mañana, el Complejo Sioux se llenó de entusiasmo y energía, con equipos dispuestos a dar lo mejor de sí en las competencias.
En ese contexto, decenas de jóvenes se reunieron para participar de las competencias de pádel y fútbol, mientras que sus familias y amigos los acompañaron, brindando su apoyo con gritos de aliento y los típicos cánticos de hinchada. En ese sentido, el constante apoyo de las hinchadas compuestas por amigos y familiares, que llegaron con sus hieleras y equipos de mate para pasar el día, le dieron un color especial a la vibrante jornada deportiva.
Tal es el caso del equipo de fútbol femenino "Las Morochas" que llegó desde la localidad de Las Chacritas, 9 de Julio, acompañado por una decena de personas. Una de ellas, María Eugenia, comentó al respecto "Soy la mamá de una de las chicas, y las acompaño siempre, desde que empezaron. Estoy orgullosa de ella y de todo el equipo. Vinimos todos en colectivo a acompañarlas" y agregó que "Ella empezó a jugar viéndome a mi practicar el deporte y ahora me toca a mi estar acá".
En otro sector, toda la familia de Gonzalo y Nicolás, dos primos que compitieron juntos en la disciplina pádel le brindaron su apoyo a los jóvenes. Nora, su abuela, dijo "Vengo a acompañar a mis nietos, como siempre lo he hecho, desde que eran chiquititos. No hay zonda, ni frío si hay que apoyarlos".
De esa manera, desde atrás del alambrado, el ruido de los cantos y los aplausos se hicieron oír, creando una atmósfera llena de emoción y compañerismo que fortaleció el sentido de comunidad y la pasión por el deporte entre las y los participantes
