Mitar Cokljat nació prematuro, con 7 meses de gestación. Fue un primero de enero de 1986, y a días de su nacimiento tuvo que ser operado por una hernia inguinal. En esa cirugía hubo un problema con la anestesia, lo que le produjo una parálisis cerebral que le afectó principalmente las piernas; su discapacidad se llama paraplejia espástica.
Sus padres desde un primer momento se dieron cuenta que él estaba como encogido, y luego de la intervención, recorrieron varios profesionales de la salud de nuestra provincia, Mendoza y Mar del Plata, entre otros lugares. Lamentablemente no daban con una respuesta concreta hasta que llegaron a Buenos Aires y dieron con el doctor Roberto Ceruti, que en ese entonces hacia muy poco que había regresado a nuestro país.
Cuando Mitar cumplió un año, comenzaron a realizarle varias operaciones para estirarle sus tendones. Esa operación se repetía cada 6 meses o como máximo cada un año, llegando a un total de 35 intervenciones quirúrgicas. Las operaciones tuvieron esa frecuencia hasta los 14 años, luego las intervenciones fueron más espaciadas, hasta el 2008 donde le realizaron lo que supuestamente era la última operación, ya que en el 2010 le reconstruyeron un tobillo por un accidente en su camioneta.
Mitar debió lidiar desde su nacimiento con sus operaciones y fue reponiéndose de cada una de ellas con un enorme instinto de superación, pero lógicamente el joven buscaba hacer una vida integrada a las actividades de su edad, como ir al colegio, o la facultad y disfrutar de una vida social activa. Con un lógico temperamento inquieto, en el 2014 cansado de las rehabilitaciones, encontró la equinoterapia, actividad que sin dudas le cambió la vida. Pasó dos años practicando, montando y aprendiendo de todo un poco siempre seguido muy de cerca de la profesional Liliana Aguirre una eminencia en la materia. A eso le sumaba otras actividades deportivas como la bici, kayak y kitebuggy en la pampa del Leoncio en Barreal.
En el 2018 comenzó a practicar de forma más profesional, obteniendo resultados más que positivos que lo motivaron a seguir en carrera y convertirse en un gran deportista paraecuestre, encontrando en la actividad su deporte preferido. Y los resultados comenzaron a llegar, con un primer puesto en la prueba oficial F.E.A. (Fundación Ecuestre Argentina) de Adiestramiento al Paso, primer puesto en el Campeonato Nacional Paraecuestre FEA y mejor puntaje Paso del Grado VI FEA en Buenos Aires. En el 2019 siguen los logros importantes, como el primer puesto en el Campeonato PE Latinoamericano Argentina 2019, llegando a obtener el 4º puesto en puntaje General.
Sin dudas a Mitar el deporte ecuestre le aportó una actividad muy importante en su vida, y además de lograr competir a nivel nacional y latinoamericano, le permitió llevar su destreza a otras latitudes y conocer a otros deportistas dentro de su actividad. La cuarentena por la pandemia detuvo su participación en competencias, pero no sus ganas de seguir entrenando, hecho que logró continuar con la habilitación en nuestra provincia de los deportes ecuestres. Por esta semana volverá a esperar en su casa, con la esperanza de que la situación actual de nuestra provincia sea controlada para poder volver a encontrarse con su querida equinoterapia.
Cómo se desarrollan las competencias paraecuestres
Todas las competiciones internacionales, de adiestramiento, para personas con discapacidad reconocidas por la Federación Ecuestre Internacional (FEI) y Federación Ecuestre Argentina (FEA) se desarrollan de acuerdo al reglamento FEI-PE (Paraecuestre).
Los jinetes se clasifican en función de sus capacidades para la práctica de la equitación en una categoría de competición. Existen cuatro categorías diferentes: Grado I, Grado II, Grado III y Grado IV. Los jinetes son clasificados en su categoría por profesionales médicos, llamados clasificadores, acreditados por FEI-PE para la valoración de los jinetes.
Para cada grado de competición existen diferentes “Reprises” (Tabla). Una reprise es una sucesión de ejercicios diseñados y publicados en el reglamento FEI - PE. Durante la competición el jinete dispone de un tiempo para realizar la reprises con su caballo en una pista de 20 x 40 ó 20 x 60. Cada ejercicio de la reprise será juzgado por los jueces y tendrá una Puntuación de 0 a 10. Cada jinete es juzgado como mínimo por tres jueces y el presidente de Jurado sacará la puntuación final en función del tipo de prueba y de acuerdo con lo establecido en el reglamento de la FEI-PE.
Se autorizan adaptaciones en silla (Montura) y en el material ecuestre como riendas y estribos con el fin de facilitar la estabilidad del jinete en la montura y mejorar el empleo de las ayudas adaptándolas a las necesidades específicas de cada jinete. Nunca atado.
Todos los jinetes independientemente del grado compiten con la vestimenta adecuada según lo establecido en el reglamento FEI-PE. Durante la competición, todos los jinetes independientemente del grado, el personal responsable del cuidado de los caballos y los entrenadores de los jinetes tienen que respetar durante la competición el código ético establecido en el reglamento FEI-PE.
Existe un ganador para cada grado o categoría de competición.
