En esta Semana Santa uno de los clásicos sanjuaninos seguramente será visitar Barreal y allí, para quienes profesen la religión católica, asistir a las celebraciones religiosas de la Parroquia Jesús de la Buena Esperanza.
Remodelada hace un par de años con fondos provenientes de la Minería, la histórica parroquia envuelve lazos entre la Fe y el Adobe. Por su deterioro ante el paso del tiempo y al ser un lugar de gran valor histórico y religioso para la comunidad, requirió de una intervención que respete su estructura original, donde el grupo local "Los Horneros" (expertos en el manejo del adobe), fue el encargado de la puesta a punto de paredes, techos y estructuras.
El adobe es un material constructivo ancestral que ha sido utilizado por siglos debido a su versatilidad y durabilidad. Representa una de las formas más básicas de minería, en cuanto a la utilización de arcillas en la construcción y es así que forma parte de la arquitectura propia de tierras calingastinas.
Un adobe es un ladrillo generalmente hecho a mano, principalmente de arcilla y arena, que se secan al sol. Puede contener limo y, a menudo, se le agregan materiales fibrosos, como paja u otras fibras naturales, para su resistencia y durabilidad. En algunos lugares, se usa estiércol seco de vaca en lugar de paja. Los bloques de adobe se pueden fabricar a mano utilizando moldes de caja. Así, la arcilla conforma una estructura que funciona bien con cualquier material, como prefabricados o viguetas de hierro.
En cuanto a sus propiedades, destacan su comportamiento térmico adaptable al frío y el calor, su resistencia mecánica y su bajo impacto ambiental, por tratarse de un producto natural. Con todas estas condiciones, el uso del adobe en la restauración de esta tradicional parroquia, resulta particularmente significativo en estos días de reflexión y renovación. El adobe, con su calidez y simplicidad, simboliza la humildad y la conexión con la tierra, valores que resuenan con el mensaje de Semana Santa.
