Pasaron seis meses desde que llegaron a San Juan las primeras vacunas para combatir el COVID -19 y los trabajadores involucrados que hicieron y hacen posible llevar a cabo la vacunación cuentan su experiencia, el día a día y como la pandemia les cambio el panorama de vida.
Durante este tiempo fue fundamental el compromiso de los involucrados ante la situación excepcional que se está viviendo, llegando incluso a arriesgar su salud por vacunar a la población y por eso es importante destacar el rol de cada uno estos actores que forman parte de los equipos de vacunación.
Federico Salinas, triage:
“Estoy desde que comenzó la vacunación haciendo triage, esta tarea consiste en hacerle una serie de preguntas a las personas que van llegando. Las mismas sirven para saber si han tenido algún síntoma, si se han vacunado 14 díasantes, si son alérgicos a algún medicamento, entre otras”.
“En estos meses hemos tenido todo tipo de reacción por parte de la gente, buenas y malas pero en lo general, muy conformes.”
Daniela Mareco, vacunadora:
“Lo primero que hacemos en nuestra unidad es controlar que tengamos todo el material que necesitamos para la vacunación, dejamos todo preparado y armado con jeringas, algodones, descartadores y todo desinfectado. Preparamos la unidad para comenzar a vacunar”.
“Una vez que se abren las puertas, ingresan las personas para ser vacunadas y vamos llamando dependiendo la cantidad que han ingresado, por lo general ingresan de a 5 personas ya que administramos multidosis. Llamamos a las personas, le damos una pequeña charla, una introducción como para que ellos tengan el conocimiento de qué vacunas se le están colocando, qué síntomas le producen y los cuidados post vacunación”.
“Garantizamos que el público se quede tranquilo de que con las dos dosis ya adquieren cierta inmunidad, de igual manera no hay que descuidarse, mucha gente se relaja una vez que se vacuna y hay que saber que los cuidados tienen que seguir siendo los mismos”.
“La gente se va muy contenta, agradecida y satisfecha con todo el servicio. Nos ha pasado de recibir gente con mucha incertidumbre, que no sabe si colocársela y nosotros nos encargamos de atender esas dudas”.
“Este último tiempo ha sido un trabajo muy duro, de mucho esfuerzo, mucha dedicación, muchas horas, mucha gente que viene y se vacuna por día así. Lo más importante es que vengan y nosotros como equipo hacemos lo mejor para que la gente se vaya contenta, con ganas de seguir cuidándose y haciéndole frente a la situación que estamos viviendo”.
Florencia Rodríguez, limpieza:
“Nuestro horario de entrada es a las 7, desinfectamos todo comenzando por los baños, luego seguimos con las butacas, las sillas, los escritorios y el piso. Una vez que terminamos con todo eso, arrancamos a las 8 cuando abren las puertas, nos dividimos, algunos se ponen en la entrada con el alcohol, otros con la limpieza de las sillas y otros con el alcohol a la salida”.
“Una vez que ingresa la gente, nuestros compañeros empiezan a ubicar a las personas según la dosis, armamos grupos de cinco y una vez que los enfermeros nos llaman, hacemos pasar de a grupos, le damos alcohol y pasan, cuando terminan volvemos a desinfectar la silla y así sucesivamente. Finalmente una vez que terminan el post vacunal, le volvemos a poner alcohol antes de que se retiren”.
“Cuando terminan los turnos y se cierran las puertas volvemos a hacer la misma limpieza que hicimos al principio: la desinfección de los baños, de las sillas, escritorios, el piso, etc. Dejamos todo en condiciones hasta que volvemos con el segundo turno o ya dejamos todo listo para el otro día.
Con respecto a los turnos, nosotros trabajamos de corrido hasta las 19:30 hs”.
“Durante este tiempo he visto a la gente muy contenta cuando viene a vacunarse, existe alguna que otra situación en la que alguien se impacienta por la cantidad de gente o cuando se habilitan los nuevos grupos, pero por lo general la gente viene muy predispuesta y salen contentos, además valoran nuestro trabajo. Tratamos de que todo esté lo mas limpio y desinfectado posible”.
Samira Bacha, post vacunal:
“Yo estoy encargada del sector post vacunal los días miércoles. El ingreso es a las 7:45, nos preparamos como equipo y la verdad que hay muy buen clima laboral, eso aliviana la jornada. Tenemos un sector para poder higienizarnos y desayunar. Luego cada uno entra a su puesto de trabajo. Mi trabajo se trata de asistir a las personas que luego de haber sido vacunadas tienen que hacer una espera de aproximadamente 20 minutos para ver cómo reaccionan ante la vacuna y si es necesaria la asistencia de alguna enfermera. Por lo general no suele haber efectos inmediatos más que una suba o baja de presión o de azúcar”.
“En general las mejores reacciones han sido de parte de los adultos mayores que han estado muy agradecidos por la asistencia, han felicitado al equipo y se han comportado de la forma más respetuosa ante la espera”.
