El 22 de marzo de cada año se celebra el Día Mundial del Agua con el objetivo de homenajear este recurso y crear conciencia sobre los 2 mil millones de personas que actualmente viven sin acceso a agua potable. Se trata de una celebración de las Naciones Unidas, iniciada en 1993, la cual determina cada año un tema distinto, para el 2022 la atención se centra en el agua subterránea.
El agua subterránea es invisible, pero su impacto es visible en todas partes. Casi toda el agua dulce líquida del mundo es agua subterránea, que sustenta los suministros de agua potable, los sistemas de saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas.
Actualmente, en San Juan y en plena crisis hídrica, el agua subterránea realiza un importante aporte al suministro de agua potable y OSSE hace uso de ella a través de “Las Perforaciones”.
En la actualidad contamos con 102 perforaciones distribuidas en toda la provincia que permiten la captación vertical del agua subterránea; la cual luego de pasar por un tratamiento de cloración llega a los domicilios a través de la Red Distribuidora.
Vivimos en una zona desértica que atraviesa un año con la mayor crisis hídrica conocida, sin embargo la captación de agua subterránea permite reforzar la alimentación de agua a las Plantas Potabilizadoras de la provincia, y además, proveen exclusivamente el suministro a distintas localidades.
Las perforaciones que más agua potable le inyectan a la red distribuidora cuentan con el sistema de monitoreo y automatización de todo el circuito de bombeo (SCADA), garantizando el óptimo funcionamiento de cada una de ellas, posibilitando regular la presión en función a lo que requiera la red, es decir, que el equipo puede estar trabajando en la máxima, mínima o apagarse si fuese necesario.
La exploración, la protección y el uso sostenible de las aguas subterráneas serán fundamentales para sobrevivir y adaptarse al cambio climático y satisfacer las necesidades de una población en crecimiento.
La medición y registro de la producción de todas las perforaciones posibilita obtener datos precisos de caudal y consumo de agua potable por parte de la población, permitiendo ajustar la cantidad y presión del suministro en la red distribuidora. De esta manera, OSSE hace visible lo invisible.
