Proyecto Cicatriz: invictas ante el dolor
El Taller de Escritura terapéutica y sensibilización es un primer paso para acompañar el proceso de recuperación y transformación de las mujeres víctimas de la violencia de género.
Enmarcado dentro de la Campaña Internacional “Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!”, lanzada por la Secretaría de las Naciones Unidas del 25 de noviembre al 10 de diciembre, bajo el Programa Provincial para la Prevención y la Asistencia a las Víctimas de la Violencia, el taller de Escritura Terapeútica y sensibilización, junto a varias actividades conexas del Proyecto Cicatriz, adquieren una mayor relevancia aún.
En ese sentido, es bueno recalcar que el Hospital Dr. Guillermo Rawson, a través del servicio de Psiquiatría y en conjunto con la Universidad Nacional de San Juan, viene trabajando activamente en esta demanda social concreta de contención y que constituye una iniciativa inédita en nuestra provincia, consolidando el vínculo de extensión académico y comunitario.
Para conocer a fondo las vivencias de este encomiable y sanador Proyecto Cicatriz, conocemos el propio relato de Carla Graffigna, investigadora independiente, y coordinadora junto a Sandra Vega (Área Psicología, Consultorio de la Diversidad Sexual, Hospital Dr. Guillermo Rawson) y Dolores Córdoba (Instituto de Investigaciones Socioeconómicas, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Juan).
A fines del 2018, la denuncia de Telma Fardín contra Juan Darthés provocó una ola de visibilización de casos de abuso y violencia sexual. A muchas se nos abrieron viejas heridas y preguntas. ¿Por qué es importante dar testimonio? ¿Cómo son recibidos esos testimonios por el entorno social? ¿Decirlo es suficiente para curarse? ¿Qué pasa después de hablar? Con estas preguntas en mente nos reunimos un grupo de activistas de distintas áreas y disciplinas (una socióloga, una filósofa y una psicóloga) para buscar juntas una forma de canalizar inquietudes y avanzar en una propuesta concreta para contener a las sobrevivientes. En nuestra escucha colectiva, advertimos el aislamiento y la revictimización del entorno social y simbólico y decidimos buscar una solución colectiva. Nos dimos cuenta de la necesidad e importancia de contar con políticas públicas para abordar esta temática y ofrecernos respuestas.
En principio, lo más importante era crear un espacio de escucha y contención donde pudiéramos expresarnos y plantearnos la posibilidad de cicatrizar estas heridas. Ahora debíamos elegir dónde. En este camino nos contactamos con personal del Área de Psicología del Hospital Dr. Guillermo Rawson. El segundo paso fue encontrar una forma de respaldar institucionalmente la propuesta. Con esto en mente nos presentamos a la convocatoria de proyectos de extensión de la Universidad Nacional de San Juan para asegurarnos una vía de financiamiento. Nuestro proyecto fue aprobado sin presupuesto, transformándose en esta primera etapa en una experiencia piloto de voluntariado que nos desafió a adaptarnos a nuevas circunstancias y elecciones. Así nació Proyecto Cicatriz San Juan.
Nuestra propuesta estuvo orientada a cumplir tres objetivos: acompañar el proceso de sanación desde una perspectiva artístico terapéutica, visibilizar la temática de la violencia/abuso sexual y aportar un corpus teórico-metodológico que enriquezca su abordaje. Durante agosto a diciembre del 2019 llevamos adelante el Taller de Escritura Terapéutica en el Hospital Rawson, que se constituyó como un espacio de encuentro y reflexión colectiva donde nos permitimos cuestionarnos y revisar tanto nuestras narrativas personales como las emociones asociadas a ellas. Los encuentros eran quincenales y estaban coordinados por Carla Graffigna y Sandra Vega, a quien agradecemos su entrega y por abrirnos las puertas del Hospital. Para participar del taller hicimos una convocatoria pública y entrevistamos a las y los interesados, pues desde el principio concebimos el taller como un complemento al proceso terapéutico individual de las participantes. Agradecemos infinitamente a las trece valientes pioneras que se sumaron para sanar juntas. También agradecemos a Patricia Savastano quien se sumó con una jornada inolvidable de improvisación y liberación de la voz.
Para muchas fue una experiencia movilizadora y emancipadora. Desde nuestro lugar entendemos que la sanación es colectiva, y también que es necesario un abordaje más integrador del tema. Considerar el abuso y violencia sexual sólo como traumas, es ignorar la dimensión social, cultural y política de estos fenómenos. Es necesario tomar conciencia de las narrativas de violación y abuso instaladas socialmente, porque invisibilizan la multiplicidad de experiencias y sus modos de resignificarla. En este sentido, agradecemos los invaluables aportes de Dolores Córdoba, quien siempre nos instó a recuperar nuestra palabra, a hablar desde y para nosotras.
La irrupción de la pandemia en marzo del 2020 nos desafió a buscar otra forma de conectarnos y difundir la propuesta. Publicamos un relato de experiencias en un dossier sobre extensión y género de la Universidad Nacional de Córdoba. En cuanto a los talleres, decidimos seguir trabajando con el grupo inicial para profundizar algunos aspectos que quedaron pendientes. Pero nos seguía preocupando cómo llegar a aquellas personas que estaban aisladas social y emocionalmente. Decidimos crear un recurso artístico terapéutico que pudiera ser utilizado tanto por sobrevivientes como por terapeutas o quienes se dedicaban al acompañamiento. Nuestra idea fue recuperar el concepto de diario personal y plantearlo como un laboratorio intimo creativo donde las/los sobrevivientes pudieran expresarse abiertamente y comenzar su proceso de sanación. Gracias a un subsidio del Ministerio de Cultura en noviembre del 2020 presentamos virtualmente “Diario Cicatriz”, una obra colectiva hecha por y para sobrevivientes de abuso y violencia sexual. La obra es de descarga gratuita: https://drive.google.com/file/d/1NQ6mFbWggMkBY99pEdk_pJyzu7pfS9Fk/view?fbclid=IwAR07kClsrvl4YNDO9cTfBtKtoWcFfL4oWlDdOMsGQb-L6kxCYeR1mk_KQUs
El 2021 nos encontró replanteándonos cómo seguir y sostener esta propuesta, y también participando de actividades de difusión. Durante el 25 de noviembre y el 10 de diciembre estaremos participando de las actividades previstas por el Hospital Rawson para visibilizar la violencia sexual y el acceso a la salud mental como derecho humano.
Poco a poco vamos recuperando nuestra voz y encontrando una nueva forma de habitar nuestro cuerpo. Aún nos queda mucho camino por recorrer. Pero sabemos que vamos en la dirección correcta.
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