Parte de un equipo del Ministerio de Salud Pública participó de la tradicional ceremonia de ofrendas a la Pachamama. Este ritual mantiene viva una costumbre que año a años los pueblos originarios realizan desde tiempos remotos para agradecer todo lo que la madre tierra les ha brindado a lo largo de un año. Simboliza y representa la energía femenina de amor protección y fertilidad. Se realiza en Cienaguita, un distrito del departamento Sarmiento, que dista casi 100 Km desde la capital sanjuanina.
En esta oportunidad participaron de la ceremonia a la Madre Tierra, la jefa de la División Servicio Social, Lic. Silvia Guevara y la referente del Programa Nacional de Salud para Pueblos Indígenas, Lic. Marisa Muratore.
Luego de la celebración, se realizó para todos los niños de Cienaguita, se realizó una actividad lúdica representada por un mimo con el espectáculo varieté.
En el marco de la celebración se realizó una entrevista a Flavia Ivana González quien vive en Cienaguita junto a sus 5 hijos. Ella es una agente sanitaria y referente de la comunidad huarpe. Trabaja desde algunos años en el centro de salud que lleva también el nombre de esta localidad.
Ivana, como algunos la llaman, es la encargada de realizar toda la logística, no solo para que la esperada celebración salga lo mejor posible, sino también para que todos los invitados se sientan cómodos al momento de participar en la ofrenda. Participan funcionarios del ejecutivo provincial y también de la Municipalidad de Sarmiento.
“Mi labor es esencialmente comunitaria”, dice con orgullo y acota que fue “seleccionada por los integrantes de mi propia comunidad”. Trabaja en el Programa de Pueblos Originarios de Nación, que depende del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
González cuenta que es muy importante que la gente participe en la celebración, hay muchas personas que desconocen que los pueblos originarios existen, “hasta me han llegado a preguntar si estamos vestidos con plumas”, dice sonriendo.
El trabajo que realiza en el centro de salud es el mismo que ejerce cualquier otro agente sanitario, solo que se aboca más a los integrantes de la comunidad. Es una conexión directa entre los integrantes del pueblo originario y el resto de las personas que viven en la zona.
Se trabaja de manera articulada con la Nación y la Provincia. Los agentes sanitarios conocen a todos los integrantes de su comunidad, saben de sus inquietudes, sus necesidades e idiosincrasia. Por este motivo cumplen de nexo con diversas instituciones, Anses, la Municipalidad de Sarmiento, Ambiente, Educación, de hecho, se han conseguido becas estudiantiles para los jóvenes estudiantes.
Una acción es concientizar a las personas acerca de la importancia de la prevención en salud. La comunidad tiene su creencia acerca de la medicina ancestral, y lo ideal es que se pudiera complementar con esta medicina. “Nosotros tenemos otra visión, otras creencias no quiere decir que seamos distintos somos iguales solo con otra visión”. Por ejemplo, “no queríamos colocarnos la vacuna, yo tampoco, pero entendimos que es lo mejor para protegernos de esta pandemia que ya se ha cobrado tantas vidas”.
Muchas dolencias son curadas con hierbas medicinales que se pueden encontrar en el campo, que nuestra madre tierra nos entrega, y que en los centros de salud no se indican, pero los empachos en niños, y otros malestares como los dolores de cabeza, “nuestros mayores”, refiriéndose a personas con cierta experiencia lo curan.
Desde el INAI, se organizan reuniones con todas las comunidades del país; Ivana tuvo la oportunidad de compartir en la provincia de Tucumán un encuentro en donde presentó un proyecto local, una huerta saludable. “La experiencia fue inolvidable”, dice y cuenta que estuvieron además los hermanos de diferentes comunidades, Ushuaia, Chubut, Río Negro el intercambio fue muy positivo para todos.
Ivana lleva 12 años organizado esta ceremonia en agradecimiento a la Pachamama. Su reflexión se centra en que los hijos de la tierra la están deteriorando, “no la cuidamos y se le hace mucho daño”. Ni hablar del agua, ¿quién puede vivir sin agua?, se pregunta. Debemos concientizar y ser empáticos, pero sobre todo cuidarla porque ella nos da todo.
