El juego, clave para el desarrollo en los primeros “Mil Días”

La iniciativa Mis Primeros Mil Días considera al juego un derecho esencial de todos los bebés, niños y niñas.

El niño juega para descubrirse a sí mismo y ser reconocido por los demás. También para conocer su entorno. En resumen el juego le va a permitir crecer, integrarse y desarrollarse; es tan indispensable y básico como dormir y alimentarse.

Por eso, desde la iniciativa Mil Días convocan a las mamás para que realicen todos los controles de salud. Con los profesionales podrán sacarse las dudas y consultar sobre alimentación, vacunas, Crecimiento y Desarrollo y dificultades en la crianza, entre otras. Los controles pueden hacerlos en el centro de salud más cercano a su domicilio.

El bebé necesita jugar desde los primeros meses de vida. A partir de los 3 meses descubren sus manos y sus pies; estos se convierten en juguetes. El juego es el principal estímulo del desarrollo psicomotor del bebé, va madurando a la vez que este y que los sentidos: la vista, el oído, el tacto. También el lenguaje se aprende jugando. Sonidos consonánticos "ajós", repeticiones "ta, ta, ta", "pa, pa, pa", todo es juego para ellos.

El desarrollo del niño entre los 12 y 24 meses se caracteriza por el incremento progresivo del entendimiento de lo que le rodea. Cada vez es más hábil para llevar a cabo actos sencillos: la mayoría perfeccionarán el gateo y empezarán a andar solos. Con ello, sus posibilidades de exploración y autonomía aumentarán mucho.

A partir de los 18 meses disfrutan con los lápices e inician el "dibujo", son capaces de manipular torres y rompecabezas. El lenguaje sigue su maduración y empiezan de decir monosílabos, "mamá", "papá", "agua" y mostrar sus preferencias "si" y "no". También disfrutan de la música y de las canciones.

Modificado por última vez en Viernes, 30 Abril 2021 23:20