La vacunación contra el COVID-19 para los mayores de 80 años, comenzó con absoluta normalidad en los departamentos de Caucete; 25 de Mayo; San Martín; Angaco y Albardón, sobre un total de 670 turnos asignados.
Así, el departamento que más movimiento mostró desde muy temprano fue Caucete, donde los 260 personas que tenían un lugar obtenido se volcaron al Salón de Eventos San Isidro para poder inocularse.
El gran trabajo desplegado por el equipo de salud de la Zona Sanitaria II, a cargo del doctor Juan Pablo Pacheco, logró ordenar el operativo de manera tal que esperaran todos sentados y en perfecto orden. Una vez que fueron siendo inmunizados iban pasando al sector pos-vacunación, con una espera de 30 minutos, aproximadamente.
Florencio Ramírez, de 82 años, oriundo de Villa Independencia, se mostró feliz por la inyección aplicada, “aunque el pinchecito se hizo sentir”. Dijo que esperaba el momento para vacunarse porque si “me da la peste me lleva”, graficó.
Matías Espejo, subsecretario de Medicina Preventiva, acompañó al jefe de Zona Sanitaria II en todo el recorrido por los departamentos del este, y expresaba a cada equipo de Salud, la satisfacción y orgullo que implicaba para las autoridades de la cartera sanitaria, que encabeza la ministra Alejandra Venerando, el trabajo, dedicación y esfuerzo demostrado en esta campaña.
“Estamos emocionados por todos ustedes, la ministra me encomendó especialmente que les de su felicitación y orgullo que sentimos por su vocación al trabajo en este complicado momento”, expresó Espejo.
Con movimiento dispar, en el Polideportivo del departamento 25 de Mayo se organizó la campaña donde mostraba una calma llegada de adultos mayores para poder vacunarse. En este lugar, el padrón mostraba 120 personas.
El E stadio Martha Orellana de San Martín fue el lugar elegido para proceder con la vacunación a los 70 postulantes de más de 80 años que figuraban en el sistema oficial. Con ayuda del municipio, que dispuso de movilidades para buscar a los adultos mayores. También en este departamento estuvieron trabajando hasta las 13, pautado como horario tope para vacunar.
Dominga Córdoba, de 85 años, del distrito “Dos Acequias” explicó que “sentía mucho miedo y quería vacunarme. No salgo, no me dejan los hijos y los nietos, espero ahora estar mejor”, dijo.
Así, el mismo panorama en la Unión Vecinal de Villa El Salvador, Angaco, con 50 personas en los listados para inmunizarse como en el CIC de La Laja, Albardón, dependiente de la Zona Sanitaria III, que tenía un padrón de 70.
El detalle coincidente en todos los casos fue la ilusión de los abuelos para vacunarse. Y la voluntad demostrada por el equipo de salud, que sin horario y con mucho esfuerzo organizaron en poco tiempo un despliegue enorme para cumplir con la misión.
