Huaco tiene la atención médica más personalizada del norte sanjuanino

En el pueblo se conocen todos, tanto, que los profesionales de la salud del hospital tienen memorizadas las historias clínicas de cada uno y de esta manera potenciaron la prevención de enfermedades.

El personal del hospital Buenaventura Luna en Huaco El personal del hospital Buenaventura Luna en Huaco Fotos: Elías Ramírez

“Hay que saber cómo es Huaco, tierra lozana, tierra linda, del algarrobo empacado, de las cumbres tranquilas, y el silencio inspirado”, no hay mejor descripción de esta localidad jachallera que aquella que salió de la boca de don Buenaventura Luna. Aquí todos se conocen, saben quiénes son y de qué familia vienen. Por eso no es de extrañar que el personal del hospital de Huaco sepa de la salud de cada huaqueño con lujo de detalles, sin dudas, es la atención más personalizada que pueda haber en el norte sanjuanino.

El hospital reluce sus instalaciones, conservadas en perfecto estado desde su inauguración en junio del 2012 y pertenece a la Zona Sanitaria III. Tiene ambulancia propia, un médico generalista, enfermeros, agentes sanitarios, choferes, administrativos y personal de limpieza. Su horario de atención es las 24 horas, aunque el médico tiene horarios más acotados. Para el resto de la jornada hay atención primaria y de ser necesario, se realiza el traslado inmediato al hospital San Roque en Jáchal, que tiene mayor complejidad.

El doctor Miguel Ángel Pittoni tiene a su cargo la dirección del hospital Buenaventura Luna, es médico generalista, por lo que él atiende a pacientes de pediatría, ginecología, medicina clínica y obstetricia. “Estoy preparado para recibir a todos los vecinos del pueblo y brindarles atención primaria. Realizo ecografías y radiografías, pero para un análisis en profundidad los derivamos al hospital de Jáchal donde hay especialistas. Incluso aquí realizamos cirugías menores”, comenta Pittoni.

“La mayoría de los vecinos cuentan con obras sociales, tienen OSP, PAMI y Omint, atendemos a todos y luego hacemos recuperación de costos. Somos el único centro de salud en casi 60 kilómetros a la redonda y la única farmacia, aunque sólo para remedios que tiendan a la atención primaria de la salud, para medicamentos más específicos hay que ir a Jáchal”, relata el director del nosocomio.

Esto de la atención personalizada no es algo caprichoso, la realidad es que la mayoría de las personas que trabajan en el hospital son de Huaco, tienen un aprecio total por su gente y sus costumbres. Por eso cuenta “Rolo” Aballay, uno de los enfermeros y agentes sanitarios del hospital, que es imposible que a alguien se le pase una cita con el médico o asistir a las curaciones de una herida. “Tenemos la historia clínica de todo el pueblo, sabemos quién es por sus enfermedades y por los niños que viven en esas casas (sonríe), por eso cuando vemos que alguien tenía que venir a hacerse atender y no lo hizo, primero le llamamos por teléfono para saber qué pasó y si no puede venir vamos a verlo a por su casa”. Así es la salud pública en un el último pueblo grande de San Juan antes de pasar a La Rioja, ya sea a Guandacol o a Patquía por la nueva ruta 150.

La opinión de la gente del pueblo sobre el hospital es generalmente positiva. Hay quienes exigen más médicos, aunque en la realidad, salvo casos más graves, tienen la contención necesaria. Si el problema no se puede resolver en la guardia, inmediatamente, el chofer de guardia y el enfermero parten raudamente hacia Jáchal en la ambulancia trasladando al enfermo.

Observando las planillas de pacientes del hospital, Rolo hace notar que hay exactamente cinco mujeres embarazadas en todo Huaco. Prolijamente, en cada columna, se detalla si ha recibido las vacunas, la leche, el ácido fólico, el hierro, y por sobre todo, si ha venido a los controles.

“A mí familia nos ha ayudado mucho el hospital, yo voy a ser mamá en dos semanas y me han brindado todo lo que he necesitado durante mi embarazo”, asegura Fabiana al recibir al equipo de comunicación del ministerio. “Me han dado mucha contención porque hemos tenidos pérdidas de seres queridos y tanto el doctor Pitoni como los médicos de Jáchal, me han ayudado a salir adelante. Estoy muy agradecida y esperando que llegue Nicolás, mi primer hijo”.

La mayoría de los usuarios del hospital viven en pocos kilómetros, pero hay otros que están alejados y llegar a sus viviendas es toda una aventura. “Hacemos operativos regularmente, hay puesteros que viven con sus familias en lugares inhóspitos y ellos también merecen la mejor atención”, relata el doctor Pitoni. “Varias veces tuvimos que llegar con la ambulancia hasta Punta del Agua, que está como a 40 kilómetros de acá y son varias horas para llegar y otras más para volver”, apuntala Simón Moreno, uno de los tres choferes que cumple guardias.

El hospital Buenaventura Luna mantiene su estructura para atender a alrededor de 1200 huaqueños, pero en lontananza mira hacia el futuro cercano, cuando el corredor Bioceánico lo tenga como protagonista del respaldo sanitario del crecimiento de San Juan.

Modificado por última vez en Viernes, 29 Septiembre 2017 16:59