En Casa de Gobierno, el primer mandatario Sergio Uñac recibió a Ramírez, quien concurrió acompañado por el ministro de Desarrollo Humano y Promoción Social, Armando Sánchez y directivas de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina (AMJA).
El doctor Ramírez brindó dos charlas-capacitación, una en el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson y la restante en el Teatro Municipal, dirigidas a equipos técnicos de áreas municipales de Mujer, universidades, organizaciones sociales y público en general interesado en la temática.
Al término del encuentro con Uñac, Ramírez se refirió al tema del femicidio expresando "que la creación de una figura que está pensada y creada a partir de lo que es la represión de derechos humanos no es algo habitual en el derecho penal, especialmente entre los jueces penales que tienen una formación determinada. Seguramente a los profesionales más jóvenes les resulte más fácil incorporar este tipo de figuras, en un derecho que está en evolución", señaló.
Luego, el magistrado enfatizó que los jueces están interpretando la figura clásica de femicidio, en lo que son figuras agravadas de lo que son los homicidios cercanos al femicidio. Cuesta incorporarla y cuesta sobre todo nombrarla, añadió Ramírez, para luego expresar que confiaba en que lentamente se vaya adoptando y se avance en la comprensión de lo que significa, del plus que contiene el femicidio y que lo distingue de los homicidios calificados clásicos.
En respuesta a una consulta, el juez de la Cámara e integrante del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 9 de la Capital Federal, enfatizó que "hace falta una apertura mental y la concientización de los magistrados de lo que es la violencia de género, del impacto que tiene, de lo que significa el femicidio como punta de iceberg de una situación de violencia contra la mujer. Hay que comprender por qué es tan importante nombrarlo, darle nombre a un fenómeno que va más allá de la muerte de la mujer y que tiene un impacto y una trascendencia disciplinar para todas las mujeres cada vez que se produce".
Además de haber empleado por primera vez el término "femicidio" en un dictamen de 2010, el doctor Ramírez adquirió mayor notoriedad pública cuando intervino en la causa del crimen de la joven Ángeles Rawson, en la que se condenó a Jorge Mangeri a sufrir la pena máxima de prisión.
Ramírez puntualizó que fue la primera condena de un hombre con la figura de femicidio incorporada al Código Penal, una configuración ahora típica y que tiene la penalidad máxima contemplada.
