A 38 años años del recuerdo de la guerra de Malvinas, como es habitual un grupo de excombatientes y familiares de caídos en las islas viajarán a ellas, organizado por el gobierno de la provincia.
Héctor Gerónimo Naveda es uno de ellos. Nació un 28 de julio del 59, al inicio del conflicto, Naveda tenía tan solo 23 años. Apenas desembarcó del Crucero General Belgrano, tuvo como destino el Portaviones Ara 25 de Mayo y tal cual comenta “el destino quiso que estuviera ahí porque acababa de desembarcar del Crucero General Belgrano, esa fue mi segunda casa el Crucero en la que pase cuatro años antes de Malvinas, yo era cabo segundo personal de cuadro”.
La familia de Héctor está compuesta por su madre, sus hermanos Juan, Fabián, Patricia y Axel.
En el año 85 se casó con Irene Flores, a quien considera la fundamental en la familia que formaron. Tienen cuatro hijos, Wanda, Juan Manuel, Juan Pablo, y Juan Ignacio, que les dieron cinco hermosos nietos: Tomás, Malvinas, (nombre puesto en honor a él por su participación en el conflicto), Mateo, Moro y Leo.
Sus seres queridos son muy importante en su vida. Asi lo destaca Héctor. “Una familia que nos costó mucho armar como digo yo, y creo que no hubiera sido posible sin la piedra fundamental que es mi esposa”.
Naveda es retirado de la Armada Argentina, el fúbol le apasiona y actualmente trabaja en el club San Martín como coordinador de scuelas y captación de jugadores.
Sobre el motivo que lo llevó a tomar la decisión de viajar en este contingente a Malvinas, lo explica de esta manera: “La verdad es difícil explicarlo porque, pero yo no lo quería hacer, no estaba convencido, pero las expectativas eran las mejores. Es acompañar a mis compañeros, escucharlos, aquellos que estuvieron especialmente en la isla que lucharon cuerpo a cuerpo, que vieron morir a sus amigos. Vamos a tener tiempo seguramente para escuchar sus historias, y ellos para que escuchen la nuestra, lo que nos ha sucedido”.
La decisión de realizar el viaje no fue fácil. ”Como dije anteriormente no quería viajar porque uno tiene sus miedos y los sigo teniendo, intentaron siempre convencerme, y por ahí hice oídos sordos. Honestamente no quería hacerlo, hasta que la gente del Gobierno me convenció. También me llamó un amigo, con el que vamos a viajar, y me dió un golpe bajo, él tiene un problema que la estaba peleando y ya ganó. Me dijo una frase que me dejo helado, me dijo que él me iba a cuidar, que me iba a ser de contención. Y yo digo cómo es posible alguien que tenga problemas me diga que me va a cuidar y hacer de contención, cuando esa persona tiene problemas más grandes”.
Héctor comentó que que el viaje será un gran desafío: “Ahí decidí hacer el viaje, se lo comuniqué a mi familia, y la verdad que lo tomaron muy bien, no sé cómo será, sé que el 11 va a subir una persona al avión y seguramente el 22 va a regresar otra”.
Quien cumpliera funciones en el Portaviones Ara 25 de Mayo recuerda a amigos que dejaron su vida en las islas. “ Este viaje es en honor a todos aquellos que quedaron allá, mis amigos del Crucero General Belgrano: Roberto Teodoro Romero, Jorge Luis Salas cuya hermana viaja con nosotros, Lucerito, el Chueco Torres, los Ruiz, y cuántos otros que quedaron en el camino”.
Una tatuaje especial
Héctor está cerca de cumplir los 61 años y a pesar de haber renegado de la moda de los tatuajes y aritos, el viaje movilizó muchos recuerdos y luego de mucho pensarlo se decidió por un tatuaje con la imagen de las Islas Malvinas, el Crucero Ara General Belgrano , un avión y como broche final una frase que le llegó mucho “Todos dimos algo, algunos dieron todo”.
“En el caso mío como todos los que regresamos, creo que dejamos nuestra mitad” agrega.
Al final, Naveda agradece quienes hicieron posible el viaje deseando cumplir algo especial; “Antes de emprender este viaje voy a intentar reunirme con toda mi familia, y si tengo el coraje por primera vez, después de 38 años, les hablaré un poquito de Malvinas, pero no de la muerte, sino de la vida”.
