Diques de San Juan: monumentales obras de ingeniería que aseguran agua y energía

Desde sus orígenes los pobladores de San Juan libran una dura batalla para obtener un elemento tan vital como escaso en estas latitudes: el agua.

Solamente los aportes de dos ríos, el San Juan y el Jáchal tienen los caudales suficientes como para sostener la vida de más de 700 mil habitantes localizados sobre las cuencas de ambos cursos de agua.

San Juan se encuentra influenciado por dos climas. Hacia el oeste el clima es árido de alta montaña, con temperaturas medias anuales inferiores a los 12°C, con amplitudes térmicas diarias y anuales muy marcadas, y precipitaciones de nieve y puntuales en la cordillera de Los Andes. Hacia el este, el clima es árido de sierras y bolsones, con temperaturas medias anuales entre los 14 y los 18°C, amplitudes térmicas muy marcadas tanto en el día como en el año, y precipitaciones insuficientes, torrenciales en la época estival.

Los ríos de la zona oeste, San Juan y Jáchal son alimentados por las aguas provenientes de los deshielos en la alta montaña. Las precipitaciones de verano son torrenciales pero insuficientes. El promedio anual de lluvias no supera los 200mm. A eso hay que añadirle la fuerte evapotranspiración del agua superficial por efecto de las altas temperaturas.

En los causes del sector este el recurso hídrico proviene de las vertientes y arroyos de las sierras y que crecen con las lluvias estacionales, principalmente en la temporada estival.

La suma de factores que inciden directamente en el volumen del recurso hídrico disponible; clima árido y elevadas temperaturas, nevadas de poco volumen, la fuerte evapotranspiración, merma en los caudales de las aguas subterráneas y escasas precipitaciones pluviales, llevó a las autoridades provinciales de la década del ‘60 a pensar en la ejecución de obras de infraestructura para apuntalar el futuro desarrollo agro industrial y poblacional de una provincia que aún padecía las secuelas del terremoto de 1944.

Concretamente se pensó en la ejecución de embalses en el curso de los principales ríos para acopiar agua con el propósito de guardar el recurso para afrontar las temporadas de bajos caudales, ampliar la superficie bajo riego y al mismo tiempo generar electricidad.

A comienzos de los ‘70 en la quebrada de Ullum se comenzó a trabajar en la construcción del primero de una serie de diques a lo largo del curso del río San Juan.

La gigantesca obra quedó habilitada a fines de 1980 y marcó el comienzo de una nueva vida para los sanjuaninos, ya que hubo mayor disponibilidad de agua para el riego del agro, además de energía eléctrica y de manera complementaria surgió en los alrededores un nuevo polo turístico. Obra importante pero no suficiente.

En los ’90, aguas arriba de Ullum se puso en marcha la construcción simultánea de otros dos proyectos hidroeléctricos, Punta Negra y Caracoles. Al poco tiempo las obras quedaron paralizadas y recién se reanudaron en la década siguiente en el caso de Caracoles, que se habilitó en 2009.

De forma casi inmediata se retomó la construcción de Punta Negra que se concluyó en agosto de 2015. Ambos complejos con sus respectivas estaciones generadoras de energía.

Poco tiempo después se puso en marcha la ejecución del dique Tambolar, el cuarto embalse sobre el río San Juan.

Los diques en números

Ullum, el primer gran dique sobre el río San Juan tiene un reservorio de agua que cubre un área de 32 km² y un volumen de 440 de hm³. El agua del reservorio alimenta una central hidroeléctrica que eroga 41 MW.

El dique Caracoles tiene una capacidad de generación eléctrica de 125 MW, acumulando una producción anual de 715 GWh. El espejo cubre 1.200 hectáreas de superficie y tiene una capacidad de embalse de unos 565 hm3 de agua.

Por su parte Punta Negra tiene una capacidad de embalse de 500 hm³ y sus dos turbinas generan 300 megavatios de electricidad.

La provincia consume unos 1.190 GWh. Con la generación del Embalse Quebrada de Ullum, Ullum I y II y Cuesta del Viento, en condiciones óptimas, alcanza 438 GWh, necesitando en consecuencia abastecerse del Sistema Interconectado Nacional.

Con los 700 GWh aportados por Caracoles y los 300 GWh de Punta Negra la provincia alcanzó una producción energética de 1.434 GWh, superando así su consumo interno.

Luego de concluidas las obras de estos diques, la provincia se hizo cargo de las operaciones correspondientes a través de la empresa estatal Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE).

Otro dato significativo es que tanto Caracoles como Punta Negra y actualmente Tambolar, han sido ejecutadas por empresas argentinas muy importantes como Panedile y Techint.

En la zona de Pachaco, a 70 kilómetros al oeste de la Ciudad de San Juan se construye EL Tambolar que, una vez concluido se convertirá en el complejo hidroeléctrico con el mayor volumen de embalse con 605 hm³ y una producción de energía anual de 343 GWh.

Otro proyecto hidroenergético en carpeta es el dique El Horcajo, en la zona de Calingasta que prevé una generación de 123 GWh por año. Su embalse será fuente de transformación para todo el departamento y constituirá un nuevo atractivo turístico.

En el departamento Iglesia, en la zona donde se unen el río Blanco y el Arroyo Iglesia para dar origen al río Jáchal, se inauguró en el 2000 el dique Cuesta del Viento que posee una capacidad de embalse de 206 hm³ y su central eléctrica eroga 40 GWh.

En la zona este de la provincia, en el departamento Valle Fértil se localiza el dique San Agustín que forma un lago artificial de 16 Has de superficie. El mismo es alimentado por las aguas serranas provenientes del río San Agustín que se emplean para consumo de la población y riego agrícola.

Modificado por última vez en Martes, 15 Octubre 2019 12:18