El calor de lo nuestro, sinónimo de las semitas sanjuaninas

Entre los muchos stands de la Fiesta Nacional del Sol, se encuentra un ícono sanjuanino que hace honor a los sabores típicos e identifica a la provincia.

La Fiesta Provincial de la Semita es desde hace dos años consecutivos motivo de orgullo para quienes dedican horas de esfuerzo a ese noble oficio, han visto crecer sus hijos bajo sus frutos y les ha permitido guardar intacta la tradición familiar.

Desde el Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social, a través de la Subsecretaría de Asistencia Social, hacen partícipes de la Fiesta Nacional del Sol a los ganadores semiteros, que son invitados especialmente a compartir las 4 noches de la feria temática; tienen su lugar, en un prolijo stand, donde con delicadeza y pulcritud, ofrecen al público sus mejores semitas.

Con un producto propio de la provincia, que describe al pueblo y a sus expresiones más genuinas y representativas, la semita es un ícono cultural, que ilustra costumbres, paisajes y valores comunitarios, pero fundamentalmente muestra la nobleza y dignidad de las personas que eligieron el oficio de la producción de semitas.

Acercarse al stand de la Fiesta de la Semita es sentir la calidez en el trato, la alegría en el trabajo, el agradecimiento a la posibilidad de estar presentes, de hacerse conocer, de resaltar su mejor producción. No pasa desapercibido por el público el aroma típico de la semita caliente, que conduce la mirada a las canastas de mimbre repletas de semitas con o sin chicharrones, y a las manos generosas que se tienden para ofrecer ese alimento tan apetecido.

Carlos Espinoza, hace 38 años que dedica su todo su tiempo al oficio: “Con mi señora tenemos 9 hijos y junto a ellos hacemos las semitas con mucho cariño, porque fueron y aún son la salida laboral para poder criarlos”.

Al principio, vendía con su familia semitones en las esquinas de distintas zonas de Rawson, con el tiempo y el traslado a una vivienda en La Bebida, Rivadavia, les permitió dejar la calle y realizar la venta desde su casa. Desde las primeras horas de la madrugada arrancan con su labor, que se extiende pasado el mediodía entregando semitas.

“Hacemos más de 4000 semitas y más de 1.500 medialunas todos los días, para nosotros es una bendición. Esta oportunidad de estar aquí, es un cariño y reconocimiento como trabajadores sanjuaninos", añadió.

Teresa Díaz y Pablo Seculín son un matrimonio de Calingasta que se dedica al oficio hace muchos años. “Esta labor me viene de cuna, mi madre lo hacía, yo lo continué, y seguiremos hasta que Dios nos dé fuerza. Es muy lindo, uno lo lleva en la sangre; es un emprendimiento familiar”, expresó Teresa.

Pablo tomó la palabra y contó que “la rutina comienza todos los días a las 5 de la mañana; no hay domingos ni feriados, el pan y las semitas nos da todos los días para comer".

Entre las historias que se tejen en el stand de la semita, está la de Vanesa Soria, madre de tres hijos varones cuyo esposo hacía 10 años no tenía trabajo; esto la llevó a buscar una fuente laboral, y la encontró en la venta de pan y semitas caseras. “Yo las hacía y mi hijo mayor salía a venderlas en bicicleta, ahora mi marido tiene trabajo, pero esto se ha convertido con los años en mi propio emprendimiento”.

María Pereyra fue reina de la Capital por el Adulto Mayor, luego reina por la provincia, hace 34 años que hace semitas, la invitaron a participar de la fiesta de la semita, ganó el 3º puesto, pero ella siente haber ganado el 1º y lo narra como algo extraordinario.

“Me invitaron a esta fiesta y estoy enamorada de todo, si no fuese así, no podría haber venido porque siempre estoy bajo el alero del horno”, dijo con la expresión de la alegría marcada en su rostro.

“Empiezo a las 4 de la mañana haciendo la masa, luego a las 6 vuelvo a levantarme para prender el horno y en lo que está el horno yo ya tengo las semitas listas en latas. A las 8 de la mañana abro el portón de mi casa, preparo el mate, me siento y empiezan mis clientes a llegar. Mi vida es un poquito sacrificada, pero me llena de alegría cuando me dicen: María, son muy ricas sus semitas”.

Historias con labores en común, todos con el mismo anhelo de ganarse el pan de cada día con uno de los oficios más nobles de la tierra sanjuanina, bautizado como un elemento distintivo de la cultura popular.

Modificado por última vez en Viernes, 22 Febrero 2019 13:17