Gisela Tobares: una corredora de alto rendimiento en la selección argentina

Con gran esfuerzo, entrena solamente de noche para seguir elevando su nivel, que ya le llevó a dos mundiales de carrera de montaña.

Gisela Tobares nació en Capital y a los dos años se mudó a Chimbas, donde vivió hasta 2018, año en que recibió su casa; actualmente es vecina del Barrio Margarita Ferrá, en Pocito.

Sus estudios primarios fueron en la Escuela 25 de Mayo, luego siguió en la 9 de Julio, en lo que era la EGB 3 y los tres últimos años de secundaria fueron en el Liceo Paula Albarracín de Sarmiento.

Cuenta que, de niña, además de jugar con muñecas, le gustaba hacer el papel de una secretaria; se reconoce introvertida en esos años, prefiriendo más la vida hogareña. Hija de Alberto y María y hermana de Nelson, María, Marcela, Juan, Emanuel y Maira.

Su papá era árbitro y le llamaba la atención cuando él preparaba sus cosas o cuando entrenaba en el parque; también era de mirar programas de televisión donde se daban clases de gimnasia y ella se prendía con la rutina. Sin embargo, su inclinación por la educación física, apareció con fuerzas cuando cursaba el último año de la secundaria. Antes, había intentado jugar al hockey sobre césped con su hermana Maira, pero la situación económica familiar no permitía costear los gastos que insumía. A partir de ahí, comenzó a averiguar sobre el profesorado, hasta que encontró el ISEF. Previo a su ingreso, se preparó con un profesor y fue allí donde aprendió a nadar, correr, a realizar trabajos de fuerza y se dio cuenta de que donde más cómoda se sentía era corriendo; su preferencia pasaba más por la resistencia que por la velocidad.

En plena etapa de estudios, donde había ingresado más por amor al deporte, comenzó a entender y valorar la faz de la docencia que estaba aprendiendo, pero -sin dudas- el correr para Gisela era transportarse, no solo físicamente sino mentalmente, a encontrarse con ella misma.

Sus comienzos fueron entrenando en La Granja con el profesor Alejandro Ocampo, pero no era constante, apenas un par de veces en la semana, aunque también es cierto que priorizaba el poder estudiar los otros deportes para aprobar y recibirse, lo cual le quitaba tiempo para su actividad predilecta.

Reconoce no haber tenido a su lado a alguien que la orientara para dedicar más tiempo a lo que -finalmente- terminó siendo su prioridad. Todo esto comenzó a tomar forma, más seriamente, a partir de 2012, donde en las carreras de calle le comenzó a ir bien, con buenos resultados y allí la Federación de Atletismo puso atención en ella. Al año siguiente, la llamaron para que compitiera en un campeonato nacional de cross que se realizaba en Mar del Plata y otra gran experiencia fue el nacional de pista. Ese mismo año comenzó a entrenar en horas de la noche, para poder dedicar el resto del día a la parte final de sus estudios. En 2014 debió suspender sus actividades porque quedó embarazada de su hijo Federico, que nació en diciembre y en marzo de 2015 retomó su actividad.

Actualmente, por la mañana, trabaja como profesora de Educación Física en la escuela primaria Valle Grande, en Rawson y en horas de la tarde se desempeña como secretaria en un colegio secundario de Angaco, teniendo solamente la noche para poder entrenar.

En cuanto a sus mayores logros, Gisela recuerda su triunfo en los 21k de la Salomon en 2016, competencia que para ella significó un hito en su carrera deportiva; en esa ocasión fue ganadora con más de cinco minutos sobre su escolta. Recuerda que se había preparado muy a conciencia y tenía como objetivo ganar o quedar entre las tres mejores; había mucho de sentimiento en todo ello, en un terreno que no era el suyo, pero además quería rendir homenaje a su entrenador José González, que fue corredor de montaña. Aquella vez salió a correr con todo, luego, cuando empezó a sentir el rigor de la carrera, lo hizo con la cabeza y dice que finalizó haciéndolo con el corazón.

También ganó en San Rafael en la misma distancia y cerró esa temporada venciendo en los 15k de Villa La Angostura. Gisela Tobares fue subcampeona nacional de Montaña en 2017 compitiendo en Tandil, Buenos Aires y repitió en 2018 en Famatina, La Rioja.

A partir de aquel triunfo en San Juan, la carrera de la atleta sanjuanina siguió creciendo, al punto que llegaron las convocatorias para integrar el equipo nacional. La primera, fue en el campeonato sudamericano en Villa La Angostura en 2017, la que ella recuerda como la primera gran alegría a ese nivel; en 2018, en septiembre, disputó el Campeonato del Mundo en Andorra, lo que hizo realidad hechos impensados, como correr en otro país, representando a la Argentina y haciendo lo que más les gusta. Luego, en febrero de 2019 estuvo en el selectivo para correr el Sudamericano de Montaña que se iba a realizar en Venezuela. Esa prueba fue en Caviahue, Neuquén, donde la sanjuanina se quedó con el tercer puesto. Lamentablemente, ante la difícil situación que se vivía en aquel país, la Confederación Argentina de Atletismo decidió no enviar su delegación, lo que le dejó un sabor amargo.

La cuarta participación integrando el equipo nacional fue el año pasado en el mundial de montaña, disputado en Villa La Angostura. Gisela cuenta que fue impresionante correr por el medio del bosque, con semejante paisaje; el problema fue que había mucho barro y viento, lo que hizo todo más difícil, tanto en subida como en bajada. Y las condiciones del terreno tuvieron sus consecuencias, ya que tuvo una caída importante en la bajada, de la que se incorporó rápidamente para poder seguir en carrera y tratar de lograr una buena posición. Largaron 61 corredoras y pudo finalizar en el puesto 45. Fue una carrera que disfrutó mucho y que más allá del puesto final, la dejó conforme, sin nada que reprocharse.

Con la situación actual, Gisela dice que, con su entrenador tratan de adaptarse a los espacios que tiene en su casa, y que, por suerte, cuenta con materiales de entrenamiento, por el hecho de ser profesora de Educación Física. Se trata de variar los entrenamientos con el objetivo de mantener su estado físico y poder volver de la mejor manera. También se estuvo capacitado con cursos online, pues considera que es bueno y saludable trabajar lo físico, pero también es importante lo mental.

“Como deportista deseo seguir mejorando y lo haré adaptándome a las medidas que vayan surgiendo. Si bien los calendarios de carreras se vieron afectados con esta situación, una vez que todo mejore, fijaremos un nuevo objetivo teniendo en cuenta el calendario dispuesto por la FAS y la CADA para la realización de las carreras”, cuenta la atleta de San Juan.

Modificado por última vez en Martes, 19 Mayo 2020 16:23