El Centro Ambiental Anchipurac está rodeado por más de 200 árboles de distintas especies autóctonas que fueron plantados en momentos de su construcción por personal del Complejo y de diferentes instituciones que visitaron el lugar. Pero la naturaleza también los plantó, a su forma.
El viento esparció las semillas de algunas especies y estas crecieron. Algunos de estos nuevos árboles estaban muy cerca entre sí y los están trasplantando para garantizar su mayor supervivencia y para aprovecharlos mejor.
“En estos momentos estamos trasplantando acacias, las estamos reubicando a 5 metros de distancia de las especies ya plantadas”, comentó Luciano Fernández, del área Mantenimiento de Anchipurac.
A cada árbol trasplantado le colocan una guía para lograr la forma que se desea en el árbol y mantenerlo seguro de los vientos. “Es importante que se desarrolle este manejo para garantizar el recurso que es la sombra, además estos árboles van a brindar cobijo a distintas especies de pájaros”, afirmó el biólogo Andrés Ortega de la Secretaría de Ambiente provincial. Y explicó “si hay muchos árboles juntos se produce una competencia por los nutrientes para desarrollar mejor sus copas y sus raíces. Se desarrolla una competencia llamada intraespecífica”.
En este contexto, la ingeniera agrónoma, Cecilia Peñalva, agrega que “en general, las especies autóctonas necesitan un marco de plantación de 5 metros mínimo. Esto se basa en que es necesario ese espacio para que no tenga competencia por los recursos. Quizá en un espacio de 5 metros cuadrados es mejor tener un solo árbol bien cuidado y regado a tener 3 árboles juntos. Es importante este manejo de los árboles dado que van a tener un cuidado por parte del hombre sin entorpecer sus actividades. Y van a ser colocados en ciertos lugares donde van a tener mayores cuidados para garantizar la supervivencia a largo plazo de esos árboles.