Una mañana de abril de este año los adolescentes de la zona de Pozo del Salado, en 25 de Mayo, veían cumplido un sueño. La Escuela Pascual Chena, comenzaba a dictar clases de nivel secundario. Estos jóvenes podrían estudiar cerca de sus hogares sin trasladarse hasta otras localidades del departamento.
Una nueva escuela, lleva consigo varios desafíos institucionales, que fueron resueltos a la brevedad por su personal docente. Con ese mismo entusiasmo, de toda una vida por delante, fue que su directora, no dudó un minuto en conformar el Club Ambiental Escolar.
La flamante institución cuenta con un matricula de 47 alumnos, estos jóvenes tomarán la iniciativa de sus profesores y la hicieron propia. Lo primero que hicieron fue ponerle nombre, lo denominaron “Protectores del Ambiente”.
Su primer objetivo de trabajo fue sumarse a la campaña Misión Buen Ambiente. Por eso se contactaron con el personal de la Secretaría de Ambiente para recibir asesoramiento en la separación de residuos. Fue entonces que el personal de Ambiente brindó asesoramiento en este tema y contendores para realizar la clasificación adecuadamente.
Estos chicos tienen gran conocimiento en las tareas rurales que se realizan en la zona heredado de sus padres. Lo cual fue un motor para realizar la separación de los desechos domiciliarios, convirtiendo los residuos orgánicos en compost. Este abono natural podrá se utilizados para los cultivos o jardines de sus viviendas.
Para conocer otros aspectos del cuidado del ambiente, ya están trabajando para realizar una visita al área protegida Lagunas de Huanacache. Donde aprenderán sobre la conservación de nuestros recursos naturales y el trabajo que realiza las comunidades originarias con el bosque nativo, especialmente el algarrobo.
En la provincia existen más de 700 Clubes Ambientales Escolares en cada rincón de San Juan. Estos pequeños son el futuro y el presente del cuidado del ambiente.
