Madre hay una sola. Los deportistas disfrutan de tenerlas cerca, quienes se ríen o lloran con cada resultado. Madres incondicionales, las que siempre están en las buenas y más en las malas, que son muchas. Madres que sufren por ver competir a su hijo, y terminan alegres por sus progenitores, o tristes por una frustración.
Tobías Martínez, piloto de automovilismo, remarcó: “Mi mamá Soledad siempre me apoyó en todo, desde cuando jugaba al hockey a los siete años hasta sus inicios en el automovilismo y toda mi trayectoria hasta el momento. Es un deporte de riesgo y el miedo lo va a tener, pero siempre que puede me acompaña y me apoya. Me acompañe a las carreras o se quede siempre va a sufrir. Las mamás en este deporte principalmente juegan un rol fundamental”.
Hay madres que comparten actividades con sus hijos, no solo en lo deportivo, sino en lo extradeportivo, por simple recreación, divertimento o gusto. Hay otras que incluso impulsaron a sus chicos más que el propio papá para que practiquen deporte. Uno de los casos es el de Susana Turesso, mamá del motociclista Nicolás García, quién hizo todo lo que estuvo a su alcance para que el chico se subiera a la moto por primera vez. “Nico era chiquito, no sabía andar en bicicleta pero aprendió a andar en moto antes. Le compramos una moto y andaba un montón después de venir de la escuela. Siempre lo apoyé, porque me dije no tiene miedo y muchas condiciones. Insistí en que corra y le compramos una moto de mayor cilindrada, así comenzó a entrenar y competir”, comentó Susana.
Tal es así que su mamá renunció a un trabajo para acompañar a las carreras a Nicolás, porque para él su madre era el pilar fundamental. Ella lo apoyaba y él se sentía a gusto con la presencia de Susana.
El rol de una mamá en el aspecto deportivo de su hijo, quizás es más importante que en el aspecto personal, simplemente porque se complementan. Muchas veces lo bueno o malo que un atleta atraviesa en lo deportivo influye en lo personal, o viceversa.
La mamá de un deportista es la mamá de una persona común y corriente también, que tiene sus propios sueños. Es la madre de un campeón en el deporte, pero mucho más en la vida.
¡Feliz día, madres! ¡Que cumplan sus sueños, al igual que sus hijos!
