¿Quién no soñó alguna vez con estar y formar parte de los Juegos Olímpicos? En el resto del mundo hay miles de personas, de distintas nacionalidades, que también lo pensaron. Somos muchos los argentinos que alguna vez nos detuvimos a pensar en eso, ¿no? Y siendo sanjuaninos cómo no imaginarlo, si anteriormente hubo 20 comprovincianos que ya vivieron la experiencia. Y en nuestro terruño aún quedan varios deportistas que a diario sueñan con clasificarse a la competencia más prestigiosa del deporte mundial. Uno de estos es el atleta Diego Elizondo, quien nos cuenta su historia.
El protagonista de hoy nació el 24 de octubre de 1983 en San Juan y creció junto a su familia en el barrio Aramburu, ubicado en Rivadavia. Su vínculo familiar está conformado por su madre –Alicia- y cuatro hermanos. Ellos son Carla (38), Alejandro (28), Karen (24) y Yésica (20). Entre pelotas de fútbol y patines de hockey, su infancia fue pasando.
En su vida hubo un clic cuando Diego tenía (apenas) 15 años. A esa debió mudarse a la provincia de Buenos Aires, donde comenzó a cursar la carrera militar de suboficiales en la Escuela Sargento Cabral. Todo un reto para este jovencito. Su nuevo San Juan se llamaba Campo de Mayo. Luego, ya con 18 años, ingresó al Ejército con el cargo de cabo.
Poco tiempo después fue invitado a formar parte del seleccionado de Pentatlón Militar. No cualquiera experimenta lo que significa formar parte de aquello. Y Diego pudo vivirlo. Todo comenzó cuando en las pruebas físicas (cuando tenía 15 años), profesores de Educación Física vieron en él ciertas habilidades y destrezas que podría explotar en el atletismo. Sus descubridores fueron Marcelo Estambrini, Celiman Noya y Alexis Esteban Abot. “Siempre les estaré agradecidos. Además, fueron ellos quienes me llevaron a competir a lo que hoy son los Juegos Evita”, agregó. Además contó que en ese tiempo (año 2000 aproximadamente), en Buenos Aires los llamaban torneos juveniles deportivos; ganó las etapas regionales y viajó a Mar del Plata a las finales. “Salí segundo por muy poquito; era muy chico, tenía 15”.
Anteriormente mencionamos al Pentatlón Militar (PM). ¿Pero de qué se trata? Entre charla y charla, el sanjuanino nos comentó que cada ejército del mundo tiene su seleccionado de PM. Absolutamente todos. Y Diego formó parte digamos de la selección argentina. Tremendo.
“En el Penta estuve unos 8 años. Ingresé a los 18 años más o menos. Las cinco disciplinas de esto son la natación, tiro deportivo, pista de combate, lanzamiento de granada –simulación- y atletismo, correr, mi punto fuerte”, explicó. El PM es un deporte que se compite en todo el mundo. Charlando con Diego nos enteramos de que hay Juegos Olímpicos de PM. “En esto hay sudamericanos, panamericanos, mundiales y hasta JJOO, ¿podés creer?” (risas).
En el palmarés deportivo de Elizondo hay una rica historia. Te diría envidiable. Durante su incursión en el PM, el rivadaviense se consagró subcampeón mundial en Santiago de Chile (2004), campeón sudamericano en Cartagena, Colombia (2005), subcampeón olímpico en Hyderabad, India (2007) y bronce en un Mundial en Lahti, Finlandia (2012).
Su estadía en el seleccionado duró cinco años y cuando tenía 25 o 26 años (Diego no lo recuerda con precisión) regresó a San Juan. Una vez de vuelta en la tierra del buen sol y el buen vino, Diego se dedicó de lleno al atletismo. “Al dejar de entrenar las demás disciplinas (del PM), potencié mi rendimiento en el maratón”, mencionó.
Sus actuaciones en el atletismo local y regional deslumbraron tanto que logró adjudicarse varios récords. Por ejemplo, en nuestra provincia su marca es la mejor en 1500 (3:54), 3000 (8:17), 5000 (14:28) y 10.000 (30:25) metros en pista y ruta (29:45), media maratón (1:04:38) y maratón completa (2:24:00).
A nivel nacional también se destacó. “Salí tres veces campeón argentino y pude representar al país en dos Sudamericanos, en Argentina 2010 y Uruguay 2013”, dijo el atleta local.
Hoy en día, Diego –quien lidera el ranking argentino en la categoría Maratón- vive su vida junto a un gran aliado, su hijo Bautista (10). Forma parte del RIM 22 local y en sus tiempos libres, preside una asociación civil –San Juan Corre- que tiene la finalidad de ayudar a las futuras promesas y estudia el profesorado en Economía. Actualmente está cursando el segundo año.
Otras competencias en las que participó
El sanjuanino ha disputado maratones en casi todas las provincias del país, según lo indica él mismo. Y ha tenido la posibilidad de ganar en provincias como La Pampa, Córdoba, Corrientes, Buenos Aires y Capital Federal, por nombrar a algunas. También fue medalla de bronce en el Gran Prix Sudamericano que se realizó en Mar del Plata (2011).
En el plano internacional, sus actuaciones más rutilantes se dieron en los mundiales de maratón en los que corrió. Estos se celebraron en Valencia, Sevilla -2- (España); Rotterdam -2- (Países Bajos); Berlín (Alemania); y Londres (Gran Bretaña).
Su título más preciado es el que consiguió en la Ciudad Autónoma, cuando en el año 2016 ganó la Media Maratón. Es una de las más competitivas de Argentina. “A esa van los mejores, olvídate. Hay un nivelazo. A esa carrera la recordaré por siempre porque de por vida queda grabado el nombre de la persona que ganó, la edición y la provincia”.
Sus objetivos a corto plazo
“Voy en busca de la marca para los Juegos Olímpicos”, nos dijo sin dudarlo. “Hay que sumar puntos para clasificar. Intenté subir unos puestos en la Maratón de Sevilla, sumé puntos y justo apareció la pandemia. La idea es seguir compitiendo internacionalmente para lograr la clasificación a Tokio y correr en Maratón”, expresó.
“Hace muchos años que uno está trabajando para eso. Ha sido un camino largo, porque empecé a los 15 años, hoy tengo 36, es toda una vida dedicada al deporte”, comentó. Y finalmente exclamó: “Quiero estar en Tokio o sino en los próximos, pero quiero estar, podría llegar con la edad justa”.
Más información sobre Diego
En el año 2016 vivió un momento que recuerda con mucho cariño. Es que la Cámara de Diputados de San Juan lo declaró de interés deportivo, luego de ganar la Media Maratón de la Ciudad de Buenos Aires. “Gané esa carrera ante 15 mil personas, no lo olvidaré jamás”, sentenció.
¿Qué otra actividad realiza? Además de ser sargento primero, Elizondo es guardavidas de mar. Y entrenador de atletismo, claro. Hizo el curso en la Federación Internacional de Atletismo. Por otro lado, también coordina un grupo de runners de aproximadamente 50 personas.
La anécdota que más recuerda
“La que más me marcó fue cuando gané la Media Maratón de Buenos Aires. Antes de la llegada, faltando unos 60 metros (yo llevaba una ventaja de 100 metros) había un pequeño pozo en la calle. Justo en la mitad y yo iba corriendo por ese sector. En un instante miro hacia atrás para ver a qué distancia venían mis perseguidores y pisé el pozo. Recuerdo que no logré caerme, pero estuve cerca (risas). Seguí corriendo, como pude, y terminé ganando la carrera, pero los que venían detrás casi me alcanzaron. Si me caía, perdía”.
“Y también te puedo contar una que me pasó en Colombia. Estaba haciendo Penta Militar, recuerdo. Yo no venía muy motivado, en gran parte por mis resultados en natación, que no era mi fuerte y tuve una charla con mi entrenador. Me habló, me ayudó bastante. Y cuando fue el turno de correr, él venía corriendo a la par mía, alentándome, yo venía corriendo cerca de la vereda y él arriba de ella. Íbamos, íbamos, faltaba poco para la llegada y mi profe se cayó porque chocó con algo, no recuerdo con qué y yo seguí hasta que terminé”.
